Vigésima quinta parte.

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-Estoy aburrido.

Tom cerró los ojos con exasperación haciendo reír al nuevo heredero Black, quien guardó sus pergaminos en su mochila y miró a la pareja frente a él, esperando la conversación que traería ese comentario.

-Es la quinta vez que lo dices -siseó el mayor golpeando su frente con el libro que tenía entre manos.

-Pero ya llevamos tres hora aquí...

-¡Quince veces en diez minutos!

-¡Holmes! ¡Está en la biblioteca! -regañó entre susurros fuertes madame Pince.

-Lo siento -gruñó dejando el libro en la mesa.

-El pequeño Tommy es un grosero -dijo Leo mientras negaba con su cabeza-, yo que me he esforzado tanto en enseñarle un poco de modales...

El nombrado puso los ojos en blanco antes de mirar a Regulus y pedir ayuda con su mirada. El Slytherin simplemente miró hacia otro lado, mostrando indiferencia hacia su súplica.

-Tom, diviérteme.

-Harry...

-Hemos pasado todos los días estudiando, quiero jugar, volar, hacer bromas, correr... ¡Hechizar hasta la locura a alguien!

-Eso es cruel, Leo.

Harry miró a su primo con un puchero, quien simplemente rió y se encogió de hombros.

-¿Por qué madame Pince sólo me regañó a mí? Harry gritó más fuerte -acusó el mayor cruzando sus brazos.

-Porque me ama -contestó Leo sonriendo-... Odio mi vida -chilló mientras se recostaba en la mesa.

-Merlín, está peor que una chica -comentó Regulus frunciendo su nariz en su intento de fingir asco, pero, si le preguntan al menor de los dos Gryffindor, él diría que se veía tremendamente tierno.

-Déjalo, está estresado por su libro...

-No es mi culpa -susurró Harry deprimido-. El ministerio prohibió la publicación en todo el país.

-Te dije que no les agradaría un libro de rituales considerablemente oscuros -dijo Tom con tranquilidad, empezando a recoger sus pertenencias al ver la falta de luz detrás de las ventanas.

-Bueno, lo positivo es que en Rusia y Bulgaría se están vendiendo bien, ¡toma eso, Harold Minchum¹!

Tom sólo puso los ojos en blanco por segunda ocasión, deseando que Harry no decidiera hacer una locura o una tontería... ¡o una tonta locura! Con ese chico ya nadie sabía.

-Tal vez debería ir a caminar un rato -susurró para sí mismo. Eliot levantó una ceja ante eso-, ¿qué opinas, Gred? ¿Quieres caminar un poco? -el nombrado levantó su cabeza con interés antes de asentir como loco. Habían estado mucho tiempo encerrados en ese lugar extraño al que llaman "biblioteca"-, ¡no se diga más!

El menor de lo Gryffindor se levantó de un salto y, sin importarle recoger todo su cochinero de la mesa, empezó a caminar hacia la puerta.

-¡Harry! -gritó Tom levantándose rápidamente y tratando de acomodar todo el desastre de hojas en la mochila de su chico.

-¡Es una cita entre Gred y yo, Tom! No es nada personal, cariño -susurró guiñando su ojos con cariño.

El mayor simplemente aspiró profundamente y se volvió a sentar anta la atenta mirada del Slytherin.

-Buen chico -comentó Regulus con burla.

-Oh, calla -siseó el mayor acostándose en la mesa-. Mejor esperemos que no se meta en ningún problema, ¿y si decide hacer una broma con Peeves? Seguro que sería la peor broma que hayan hecho enm Hogwarts y eso significa expulsión... No, ¿y si hace una broma con esos merodeadores y Peeves? ¡Todos estaríamos muertos!

Vida renovada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora