Vaso XII

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Pasó el tiempo y no hubo mejoras, es más, Blard había empeorado su estado.

Tomaba más para dejar de sentirse culpable, por echar a Geno de su casa pese tuviera la mejor intención de ayudarle.

Ni sus gritos lo debilitaban, ni ignorarlo, ni nada.

Era horrible, la culpabilidad aumentaba, su ansiedad también, no quería que Geno sufriera por su estado, pero no había forma de hacerle entender que lo mejor era tomar distancias.

De alguna forma logró que dejara de darle caricias a su mejilla, pero a la vez, aquel gesto que de algún modo le calmaba un poco, lo extrañaba.

Extrañaba como nunca el beso que se habían dado hace unos meses. El único y el que no pudo disfrutar como tal.

Cambió de tomar cerveza para tomar entre ron y vino, le salía algo más caro, pero producía mejores efectos para perder la noción.

Aunque eso se hizo notar en el trabajo... Pues se notaba la abstinencia, visto por todos como estrés, menor para Geno.

En casa, en soledad se quedaba tomando, sintiendo su rostro arder.

Se odiaba, se odiaba demasiado. 

Odiaba sentir las lágrimas caer en demasía, botar las cosas, empeorar su situación.

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