Vaso X

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Geno le visitó el lunes, pues por primera vez en meses, Blard había faltado al trabajo, claramente se había preocupado pensando lo peor.

Al llegar se encontró con Blard, tenía los pies vendados, de hecho no supo cómo abrió la puerta.

Aunque había un fuerte olor a bebida alcohólica, pese no veía ninguna botella cerca.

"¿Blard? ¿Qué te ha ocurrido?" preguntó preocupado.

El castaño, sentado en la cama, le miró sonriendo como si sus problemas no existiesen.

"Pisé donde no debía, no te preocupes, estoy bien, no es necesario que estés... acá..."

El albino le ignoró, parecía ya saber qué sucedía, y pues claro, había pisado el vidrio de la botella rota, y por sus heridas no pudo limpiar la alfombra.

Geno abrió las cortinas y la ventana, y se dirigió a la mesilla para dejar una bolsa.

"Cenemos, traje algo para ti."

Ahí nuevamente, Blard perdió su sonrisa.

"No voy a comer."

"No es nada pesado, no me iré de aquí hasta que comas todo."

Solo frunció el ceño, suspirando para no perder la paciencia, por lo menos, no era como Stave quien le quitaba todo, Geno fue amable y le permitió tomar un vaso de su cerveza, calmando el temblor de su cuerpo por no haber podido comprar ese día.

Aunque por un momento no quiso comer para que no se fuera...

Comieron, pues Geno insistía, y tras eso, el albino se sentó en la orilla de la cama, llevando una mano a la mejilla del mayor.

"Eres algo irascible cuando no tomas... ¿En el trabajo solo has hecho una faceta falsa?"

"...No lo sé."

"Solo quería decirte, que yo estaré para ti, porque pese solo habláramos en la oficina... Verte... Me animaba la jornada."

Tú también alegrabas la mía, pensaba el castaño, pues si no fuese por él, sería también algo amargado en el trabajo únicas horas donde no podía tomar y engañaba su estómago tomando bastante agua.

Le gustaba demasiado a Geno, pero no sabía si más que su vicio, y eso provocaba muchas dudas en él, pensamientos contradictorios que le hacían dudar si alejar la mano que tan delicado acariciaba su mejilla.

Sus dedos eran delgados y largos, estaban frías, pero relajaba su rostro, su alma.

Su mano tembló al querer tomar un trago de su vaso, no podía hacerlo frente a él, no directamente.

"Vete... Geno, quiero tomar, necesito tomar."

"No lo necesitas, ¿Qué tratas de ocultar tomando?"

"Vete."

"Blard."

"¡Vete!"

La ansiedad le apoderó, la bebida le llamaba, y para obtener tranquilidad, necesitaba que el adverso se fuera.

Quitó su mano de su mejilla, apretando su muñeca, Geno pudo zafarse antes de que hubiera empeorado, pero no se molestó, haciendo sufrir más a Blard.

Quería de algún modo alejarlo de él.

"Bien... Espero mañana vayas al trabajo, nos vemos, Blard."

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