Vaso XIII

173 41 29
                                        

Todo tiene sus consecuencias, y al final llegó el día que Blard en medio del trabajo se desmayó. 

Geno fue el primero en actuar, ayudando en llevarlo a la clínica. 

Había tomado demasiado el día anterior, su cuerpo no lo había resistido y sus ojos llegaron a perder la visión, no se sabía por cuánto tiempo.

Blard no había reaccionado en todo ese momento, pues al despertar y no ver nada, fue bastante impactante, no sabía si soñaba, más al escuchar al voz angelical de su amor imposible.

Había escuchado todo lo que el médico dijo, que podía estar de alta, pero no debía empeorar su salud tomando, escuchando lo que no quería, debía dejar de tomar alcohol o si no, las consecuencias vendrían una a una.

El albino le guió en todo el viaje, hasta su propio departamento, más de una vez se lo dijo, para que estuviera tranquilo.

Al llegar, Blard apenas sentir su cama, se recostó, dándole la espalda.

"Puedes irte." 

"No lo haré."

"Vete de una vez."

"No puedo hacerlo ahora."

"¡Vete! ¡Estoy del asco! ¡Yo no tengo salvación! Apenas tenga oportunidad voy a buscar una botella y..."

"¡No te dejaré tomar, Blard! ¡Tú mismo escuchaste al médico! No quiero que te suceda algo peor..."

"YO NO QUIERO HERIRTE MÁS." Gritó, sin dirigirse al otro, pues apenas podía saber su propia posición "¡Ya herí a mi hermano! ¡Te he gritado mil barbaridades todo este año! Ya no lo soporto, ríndete de una vez."

Hubo silencio, donde creyó que en medio de sus gritos, el contrario se había ido.

Su cuerpo empezó a sudar, llevaba muchas más horas de las que quería sin tomar.

Se maldijo, recordando que se había tomado todo ayer de sentado. 

No pasó más minutos, la puerta se abrió y ahí escuchó pasos, de pronto la sensación fría que reconocía, una botella.

"Tómalo, es cerveza."

Sin entenderlo, Blard le hizo caso, tomando los quinientos ml de cerveza, pero pese no le hubiera satisfecho, le había calmado un poco.

Pronto suspiró.

"Acabas de decir que no y ahora me estás dando cerveza. ¿Por qué?"

"Te hace mal... Sí, pero te hace peor no estar tranquilo, no me escuchas." Respondió, tomó la botella ya vacía para dejarla a un lado, Blard sintió el peso en la cama, sabiendo que se había sentado en la orilla.

"Sigo pidiendo que te vayas..."

"Esta vez no lo haré, debes alimentarte, limpiar, lavar, me haré cargo de ti."

"Mi hermano pued"

"¿Stave? Lo vi hace mucho, y me mantengo en contacto con él, así que cada vez que pueda vendrá, pero esto no durará una semana, Blard, esto puede durar más de un mes."

"¿Me darás al menos cerveza?"

"Solo si lo necesitas. Ahora debes reposar. ¿Me harás caso?"

Blard sintió después de mucho, una caricia en su mejilla, reprimió el suspiro, cerrando sus ojos para mejorar su tacto.

Ya no tenía de otra que aceptar.

Ve la realidad | BlenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora