Matrimonio Forzado (Yaoi) (Omegaverse)

Capítulo 12: Avances

Emerald y Saga podrían ser consideradas ahora un paraíso para los omegas, pues no habían alfas que los controlaran todo el tiempo, tenían todo lo que necesitaban para cubrir sus necesidades básicas (por los saqueos que le hacían a los lugares) y más importante, se apoyaban entre ellos mismos, ya que todos estaban organizados, algunos omegas se encargaban de la vigilancia, mientras que otros se hacían cargo del cuidado de los niños, y quehaceres domésticos.

Y tal como algunos especulaban, los máximos líderes de la rebelión no se encontraban en ninguno de esos dos lugares, pues surgió algo que todos esperaban con mucho ahínco.

En el campamento principal, Hiroki se encontraba haciendo todo lo posible para traer al mundo a su hijo, mientras que su camarada Takafumi lo ayudaba con la ardua labor.

- ¡Necesitamos toallas! - Dijo Yokozawa, y en cuánto tuvo las toallas en sus manos, se apresuró en mojarlas para limpiar a la recién nacida, una niña muy linda, con el cabello de su madre, y por qué no decirlo, ojos que eran igual de azules como los de su padre. También destacaba su potente voz con la cual daba sus primeros llantos, con los cuales anunciaba que ya se encontraba en el mundo.

- Muy bien, aquí tiene a su pequeña... Hiroki-sama.

Y el cuánto el líder de la rebelión tuvo a su hija por primera vez en brazos, sintió que nunca quería dejarla ir, la protegería de lo que fuera, y que ahora pelearía con más ganas esta guerra que inició por la libertad de sus iguales.

- ¿Y como la llamaras?

- No lo sé Takafumi, si te soy honesto, me siento demasiado cansado para pensar en un nombre.

- ¿Puedo sugerirle uno?

- Claro

- Sayuri, no es por nada, pero así quería llamar a Hiyo desde un principio, pero gracias a que el maldito de Isaka me castigó por no haber tenido gemelos, no fui el primero en tenerla en brazos, y ese nombre se lo dió Zen.

- Bueno, te haré caso, la llamaré Sayuri - Dijo viendo a su querida hija, quién no paraba de verlo curiosa. - Hola cariño, soy yo, mami.

Pero ahora la pregunta del millón tenía que ser respondida, por obvias razones Hiroki tenía que retirarse de la batalla por un tiempo, tiempo en el cual alguien tenía que tomar su lugar y continuar con esta batalla por la libertad, no había mucho problema, pues el hombre ya tenía a alguien en mente.

- Yokozawa.

- Si Hiroki-sama.

- Me gustaría que bueno... Tú te hicieras cargo de todo, solo mientras me recupero del parto... Entiendo si no quieres, pues Hiyori también te necesita y...

- No se preocupe, acepto con gusto, y por Hiyo, puedo cuidarla a la vez que ayudo con la causa, usted no se preocupe.

- Te lo agradezco Takafumi.

***

Despertó más temprano que todos los que estaban resguardados en esa cabaña, Shouta dormía profundamente en su pecho, ahora lo recordaba, se quedaron dormidos después de hablar sobre lo que tenía en mente.

Se levantó haciendo un esfuerzo por no despertarlo, fue a tomar un baño que le hacía mucha falta, y le sorprendió ver ropa dispuesta para él en cuanto salió de éste, la cual no dudó en ponerse, pues con el escándalo de la plaza, sus prendas quedaron algo dañadas y sucias.

- ¿En verdad va a irse Yukina-sama? - Le dijo Shinobu posicionándose detrás de él, sorprendiendo al alfa.

- ¿Por qué estás despierto tan temprano?

- Escuché que alguien se estaba bañando, ví que era usted y le puse algo de ropa que hay en esta casa.

- Ya veo, te lo agradezco.

- ¿En verdad se va a ir?

- Si Shinobu, necesito hacer esto, por Shouta, mi hijo y por mí.

- Pero mi señor Shouta lo va a extrañar, y mucho.

- Lo sé, yo tampoco quiero dejarlos, pero la situación lo requiere, prefiero que me busquen a mí, pero no a mí familia.

- Bueno, lo entiendo.

- Gracias, ahora sí me disculpas... - Procedió a salir de la casa, y vio el bosque que rodeaba el lugar, el cual estaba algo oscuro por ser de madrugada, de repente, su sirviente le detuvo extendiéndole un bolso que contenía cosas que necesitaría para su viaje, tales como comida, dinero, y ropa.

- Si gusta puede ir a Susuki, ahí está todo tranquilo a comparación de los otros lugares.

- ¿Y que tiene de malo Marimo o Japun?

- La guardia de Isaka ha tomado esos dos lugares, y no querrá ver lo que hacen ahí.

- Lo entiendo, gracias, cuida a Shouta y al bebé por mí.

- Con gusto señor, buena suerte.

- Gracias.

Y entonces ese alfa soñador, quién deseaba más que nadie que hubiera paz entre todos emprendió el camino hacia la provincia de Susuki, en donde quizás su mentor y su pareja estarían más que dispuestos a ayudarlo con su causa, no llevaba nada más que su fuerza de voluntad y su espíritu soñador, y si, está consciente de lo que podría llegar a sucederle, por lo cual haría todo lo posible para mantenerse a salvo, por su pareja, su bebé en camino, y el lugar en donde nació.

***

Un cosquilleo se adentró en él desde horas muy tempranas, una sensación de intranquilidad no lo dejaba en paz, por lo cual montó guardia en toda la extensión de su territorio.

Nowaki sentía algo en su pecho que no podía explicar, sentía un tipo de perturbación que no sabía describir más que con dos palabras, preocupación y... ¿Dicha?

Desde que se enteró que el líder de la rebelión no era nadie más que su pareja, lo invadió una ira colosal al verlo desafiar las reglas, ni en su tiempo de casados se había sentido tan molesto con él, pues a su parecer, lo estaba haciendo pasar por pena en frente de toda la élite.

La única razón por la que soportó la desobediencia fue su bebé, y es que casi todos los embarazos se debían a la influencia que el celo tenía en los alfas, pero un bebé, para él era algo sagrado, no le importaba lo que el rey pensaba de su hijo, él iba a quererlo a pesar de todo.

- ¡Nowaki-sama, cuidado!

Y no supo en que momento tuvo encima de él a 2 omegas y a un beta inmovilizádolo en el suelo de su casa ¿Pero que sucedió?

- ¡Avisen que la toma de la provincia de Mitsuhashi ha sido un éxito!

- ¿Que estás diciendo sucio omega? - Dijo con la cara pegada en el piso, mientras una daga amenazaba su yugular.

- Verás asqueroso alfa, hoy tomamos dos provincias, ya estuvo Mitsuhashi, y ahora el señor Takafumi debería ir en camino hacia Susuki.

¿Acaso el imperio de Marukawa en verdad iba a ser derrotado por omegas inmundos?

Continuará