Ya eran novios formales, sus padres habían aceptado la relación, Mely les hizo entender que la edad era cuestión de prejuicios, que el amor no tenía edad, ni color, ni raza, ni nada de esas tonterías que la gente se había inventado para arruinar las historias de amor. Ella era toda una experta en el tema pues eso tenía que ver con sus estudios, así que supo usar muy bien sus conocimientos para convencerlos.
Ya llevaban seis meses juntos, él cada día estaba más enamorado de su hermosa criatura, pasaban mucho tiempo juntos.
Mel tenía dos semanas que había salido de vacaciones, él tenía planes para pasar tiempo con ella. La llevaría de viaje en su avión privado, la invitaría pero antes lo hablaría con Federico, pues creía que ere lo correcto.
Esa tarde ella fue a su apartamento, ya tenía las claves para tener acceso directo al ascensor privado, la esperaba ansioso, la deseaba tanto, su hermosa criatura lo volvía loco, deseaba tenerla entre sus brazos, acariciar cada rincón de su delicado cuerpo, todo este tiempo se había contenido, la había respetado pero ya no sabía si podría seguir aguantando la tentación de poder hacerla suya.
Sintió el ascensor abrirse, cuando volteo la vio ahí parada tan tierna, siempre tan hermosa, era perfecta, llevaba puesto un Jean negro muy ajustado destacando su linda figura, una blusa de gaza con flores negras y grises de tiros dejando ver sus pechos en un lindo escote, llevaba su cabello suelto que caía a mitad de su espalda, unas sandalias planas, su rostro estaba impecable con poco maquillaje, apenas un brillo en sus labios cosa que a él le fascinaba en ella, él sólo llevaba una camiseta blanca, unos jeans desgastados, su cabello estaba húmedo y algo desordenado, sus pies descalzos, estaba cansado y deseo estar cómodo para esperarla, Will salió de sus pensamientos al verla correr hasta él, de un impulso enredo sus largas piernas alrededor de su cintura últimamente ella hacía eso cuando llegaba a ese lugar, Williams la recibió gustoso, la aguanto agarrándola por sus muslos, el soltó una risa pícara y la besó, la besó tiernamente pero poco a poco el beso se fue intensificando, se volvió exigente, cuando les faltó el aire se separaron, el pego su frente con la de ella sus respiraciones estaban bastante aceleradas gracias a la intensidad del beso, la saludo.
— Hola hermosa te extrañe, dos días sin verte es demasiado para mí. Ella lo volvió a besar.
— Yo también te extrañe Will—
Se sentó en uno de sus sofás con ella encima a horcajadas, allí se volvieron a besar pero con deseo, se necesitaban, él comenzó acariciar su cintura por debajo de la blusa sintiendo su cuerpo temblar, ella sintiéndose atrevida y demostrándole cuánto lo necesitaba y hasta donde quería llegar le quito la camiseta y lo besó de una manera exigente, aferrada a sus hombros.
— Mely estás segura de esto, no quiero que te sientas obligada hacer nada hermosa— Ella con su mirada tierna y una risita picara se acercó a su oído y con voz dulce le susurró.
— Hazme tuya Will— él la miro seductoramente la beso con deseo.
— Hermosa si te llevo a mi habitación no habrá vuelta atrás— Ella lo deseaba tanto, que ya no tenía miedo de estar con él íntimamente, ella quería probarlo, sentirlo más de lo que ya lo había hecho, sin dudarlo se despojó de su blusa, consciente de que no traía sujetador dejo sus pechos a la vista protegidos por un hermoso brassier de encaje blanco, Will completamente hipnotizado por la imagen perfecta de aquellos pechos tan hermosamente delicados, los miró con deleite, con anhelo y con una devoción absoluta los tomó entre sus manos acariciándolos con ternura, no podía creer lo que su hermosa criatura acababa de hacer, la atrajo más hacia él pegando sus pechos semidesnudos, la besó con lujuria, con aquella que había estado conteniendo durante meses, se levantó con ella enredada en su cuerpo caminando rumbo a su habitación, con el único pensamiento de que Mely sería a partir de ahora completamente suya, que ya no había vuelta atrás y sería al fin su mujer.
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Mely, Siempre Te Amaré (COMPLETA y EDITANDO)
RomanceElla una tímida estudiante de literatura, ama leer, adora escribir, odia los eventos sociales, tiene 20 años. Él un hombre de negocios, mujeriego por elección, ama los enentos sociales, dueño de un gran complejo hotelero, tiene 31 años Dos personas...