Nota Importante.
Antes de leer quiero decirles que está parte será narrada en su mayor parte por Will.
Han pasado diez años desde que nos casamos. Pasamos por tantas cosas, casi pierdo a mi hermosa esposa, en aquel accidente donde perdió la memoria, regalándome los dos años más tristes y amargos de mi vida, el no poder tenerla, no poder tocarla, besarla y hacerle el amor fueron una verdadera tortura. Verla y no poderla abrazar me consumía.
Después que su memoria regresó, nuestras vidas volvieron acoplarse poco a poco, fue mágica nuestra reconciliación por así llamarla, después de todo aquel tiempo separados.
Realizamos un viaje a la bella Italia, para la inauguración del nuevo hotel, ella se veía hermosa, ese día llevaba un vestido entallado de color blanco con detalles plateados, su cabello largo perfectamente peinado, su maquillaje sutil y sus altos tacones, la hacían lucir sensualmente bella, parecía una diosa, estaba muy orgulloso de mi esposa, esa tarde noche, los periodistas estaban locos detrás de nosotros, querían entrevistarme y tomar fotos de nosotros, y yo como el galán que siempre fui la mostraba como lo más preciado que Mely era para mí.
Al regresar a nuestro país, decidimos volver a vivir en aquella preciosa casa que compre para nosotros y nuestros futuros hijos.
Mely retomó su puesto en la editorial que ella misma había creado, continuó con su trabajo, escribió un par de libros de su autoría, era una excelente madre siempre pendiente y llenando de amor a nuestro pequeño Jhosee. Pero no tardó mucho en darme una maravillosa sorpresa cuando me dijo que estaba embarazada. Esta vez fueron unos gemelos Albert y Arthur, mis nuevos Diablillos eran iguales a mí, no podía creer que ya tenía tres hijos y lo mejor de todo era que Mely y yo queríamos más y seguíamos trabajando en eso todos los días, es que yo nunca me casaría de hacerle el amor a mi esposa.
Cuando Jhosee estaba por cumplir cinco años y los gemelos tres, llegó la noticia de un nuevo embarazo, estábamos felices y llenos de ilusión sería nuestro cuarto hijo, esperábamos con ansias que fuera una niña, cuando Mely ya tenía cinco meses de embarazo supimos que sería otro niño, ella estaba feliz con la noticia aunque yo sabía que en el fondo quería una nena, unos meses después llegó a nuestra familia el pequeño Vincent, era bebé precioso, tenía unos cachetes regordetes, su cabello y sus ojos eran iguales a los de Mely. Nuestra casa estaba llena de risas y gritos de nuestro pequeño equipo de demonios, esos pequeños llenaron nuestras vidas de alegría y felicidad, amolde mi trabajo y mi tiempo según el tiempo que me necesitaba mi familia, cuando tenía que viajar por largo tiempo iban todos conmigo no soportaba tenerlos lejos, con los años Mely se ponía más hermosa y yo más enamorado de ella si se podía, más canas ya se pintaban en mi cabello, pero mi esposa me decía que me hacían lucir más interesante y más guapo. Yo siempre reía con ella las veces que me lo decía.
Nuestras vidas transcurrían con tranquilidad, Jhosee ya estaba en el segundo grado de la primaria, Albert y Arthur en el jardín de infancia, el pequeño Vincent todavía era cuidado en casa su turno de entrar al jardín de infancia sería el próximo año.
Para el cumpleaños de Mely la llevaría de viaje, seríamos sólo ella y yo, necesitábamos un tiempo a solas, los niños de quedarían al cuidado de mis suegros ya que mis padres no se encontraban en el país, mi hermana y mis cuñados los ayudarían. Por esos días había notado que Mely andaba extraña, cada vez que le preguntaba que sucedida me decía que estaba un poco cansada y algo angustiada pues nunca nos habíamos separado de nuestros pequeños diablillos, la entendía pues yo también sentía algo de angustia pero me clamaba al pensar que quien mejor para cuidarlos que nuestra familia que los adoraban. Pero yo conocía bien a Mely y sabía que algo más le pasaba pero también sabía que ella me lo diría en cualquier momento.
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Mely, Siempre Te Amaré (COMPLETA y EDITANDO)
RomanceElla una tímida estudiante de literatura, ama leer, adora escribir, odia los eventos sociales, tiene 20 años. Él un hombre de negocios, mujeriego por elección, ama los enentos sociales, dueño de un gran complejo hotelero, tiene 31 años Dos personas...