6.- La Boda

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Los días pasaban volando, existía un revuelo con los preparativos de la boda, Will exigía algo majestuoso, un evento de alta categoría, su hermosa criatura se merecía eso y mucho más.

Mel estaba agotada con tantas cosas para la boda, estaban cerca los finales de la uni. Estaba al borde de un colapso.

Se fue al apartamento de Williams, quería alejarse de su madre, de su suegra, de Alessa y Samantha quienes la estresaban con tantas cosas.

Cuando llego todo estaba muy tranquilo, se percató que el teléfono celular de Will estaba en la mesita de la sala, le pareció extraño, nunca se desprendía de el por su trabajo.

Fue hasta la habitación, y lo encontró completamente dormido, se le notaba cansado. Se quitó los zapatos, su abrigo y se acostó a su lado. Quedándose dormida.

Trato de moverme en mi cama pero siento que hay alguien abrazada a mí con un delicioso olor a vainilla, mi hermosa está aquí, beso su cabeza y aprovecho de aspirar su dulce aroma. Trato de levantarme y en el proceso ella se despierta haciendo un pequeño gruñido

— ¡Uuumm! no me dejes sola.

— Déjame ir al baño y regreso contigo muñequita— Al salir del baño Mely lo observaba con suma intriga.

— ¡Mi señor! te sientes bien, te veo mala cara— él la miró con una dulzura única.

— Hermosa la verdad es que hoy he tenido mucho dolor de cabeza, por eso me vine temprano y me tomé un analgésico, pero dormir me hizo bien— Él comenzó a desvestirse quedando sólo en bóxer.

— ¡Diiiios! Si me ibas a dar un espectáculo así, hubiese venido más temprano— dijo Mely en un tono divertido. Will no paraba de reír.

— Te puedo dar un mejor espectáculo hermosa— dijo en todo pícaro moviendo sus cejas.

Se posicionó encima de ella, besó su cuello lentamente hasta llegar a la oreja dándole un suave mordisco, beso su mejilla, llegó a sus labios rozándolos suavemente.

— Te deseo tanto Mely, que nunca tendré suficiente de ti muñequita— Lo miró con deseo, colocó las manos en su cuello y lo trajo hacía ella para besarlo con frenesí, con el mismo deseo que él sentía por ella, el beso se fue intensificando que ya no quedaban rastros de telas en sus cuerpos, él con suma parsimonia adoro aquel cuerpo que tanto lo enloquecía, tocarlo era prácticamente un sacrilegio del que no se arrepentiría jamás y cada día que pasaba más se acercaba la fecha en la que ya no estarían lejos el uno del otro.

— Te amo tanto Mely— le susurró en los labios mientras la besaba — pronto serás mi esposa y siempre te tendré aquí, junto a mí—

No dejaba de besarla, esa muchacha ingenua que nunca había besado alguien era una excelente aprendiz, ella lo besaba de una manera única, tan única que lo subía hasta la luna de tanto placer. Esa noche y las siguientes durmieron juntos ya que Mely se refugiaba ahí para escapar del estrés que le producían las cuatro locas de la familia con los preparativos de la boda.

Sólo faltaban dos semanas para la boda, Mely fue con su hermana y su cuñada a recoger el vestido de novia, se lo probó derramando algunas lágrimas cuando se lo vio puesto en el espejo causando el mismo efecto en Alissa y Samantha.

—Te vez hermosa hermanita.

— ¡Sí!, pareces una princesa— acotó Alissa — cuando mi hermano te vea sé que se desmayara—

Todas soltaron la risa. Continuaron con las actividades del día, recogieron los vestidos de las hermanas ya que ellas serían las damas de honor. Escogieron los zapatos, fueron por las tiaras que usarían, escogieron una ropa interior sexi y delicada para que Mely la usará ese día y aunque ella ya tenía una relación íntima muy activa con Williams igual esa sería una noche especial como la señora Lattorcad.

Mely, Siempre Te Amaré (COMPLETA y EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora