My Doll - DaeJae

Y o u n g

De nuevo se queda en casa durante el fin de semana. No le interesa perder su vida social con personas de su edad, tomando, fumando y escuchando música cuando puede quedarse en casa y pasarla bien con su muñeco.

Recoge los platos del desayuno.

— Dueño, ¿Jugamos?

Ya debe complacer y jugar a algo que su doll quiera.

— Está bien juguemos pero al escondite mientras intento atraparte, así como "jugamos" el primer día.

— ¡Búscame! — se echa a correr.

— No corras...

Se da la vuelta para darle tiempo, tras contar 20 segundos grita ¡allá voy!.

Sube al segundo piso, si no se equivoca lo que sus oídos percibieron fueron pasos en los escalones.

Revisa el baño y habitaciones.
Le parece entretenido, ya no es como el primer día en el que moría de miedo.

Entra a su habitación y no lo ve por ningún lado, es bueno. Va a revisar debajo de la cama pero detiene su acción cuando  escucha esos pequeños pasos fuera de.
Sale con prisa y lo ve rumbo a las escaleras.

DaeHyun extiende su brazo para detenerlo

— ¡Te tengo!

... Pero pedazo de plástico es más rápido y se aleja empezando a bajar.

De repente lo ver caer por las escaleras de forma muy brusca hasta llegar abajo.

DaeHyun va con él.

— ¡¿Estás bien?!

Le sonríe muy feliz.— ¡Me atrapaste! ¡me atrapaste!

Suelta un suspiro por el susto y cansancio de haber bajado casi volando en su ayuda.

— El juego ya terminó, ven.

Lo levanta y lo lleva a la mesa para sentarlo ahí.

Empieza a revisar su cuerpo, no quiere ver que se ha roto o dañado con esa gran caída.

Al mirar los brazos, cerca de los hombros, ve que se ha abierto un poco pero sabe que si no lo repara puede abrirse más.

Chasquea los labios.
No tiene ni idea de como o con que arreglarlo.

— Ya no puedes correr, es peligroso.

— ¿Ya no jugaremos?

— No por ahora.

Hace que baje de la mesa.

— Tengo que ir con mi padre — mira hacia la puerta de la bodega y forma una mueca —, no quisiera pero eres travieso  así que debes quedarte en la bodega sin hacer nada hasta que yo vuelva.

— ¡Si!

Muy obediente se dirige a la bodega mientras va cantando paso, paso, paso.

DaeHyun toma su abrigo y sale de casa.
A pesar de que es sábado, la fábrica está abierta porque es el día que su padre hace  inventario de todo lo que le tiene, le falta, le sirve o no le sirve.

Llega a la fábrica.

El único empleado que está en la puerta le indica que su padre se encuentra en su oficina.

DaeHyun se dirige allá.
Toca la puerta.

— Adelante.

El señor Kleit está de espalda terminando de pegar sobre el tablero de corcho una noticia más respecto al éxito de su fábrica.