P e s o

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Sale de casa.

No le gusta pero usa el auto porque así podrá volver más rápido para estar con Young.

Al llegar a la agencia lo primero que hace es ir a la oficina del jefe, tiene que explicar su ausencia sin aviso el día de ayer.
El jefe le deja encargos de más por el trabajo que no hizo.
Sale de la oficina y va a su lugar.

— Buenos días, Suzy.

Ella le sonríe.
— Buen día, ¿Cómo estás?

— Muy bien, gracias.

— Me alegro — se ve nerviosa —, voy por un café.

Acomoda los documentos y notas que le dieron.
Jackson se acerca con un rostro de total molestia.
Pone la palma sobre el escritorio prácticamente golpeando.

— ¿Por qué te lo llevaste? — pregunta entre dientes.

— Porque es mío — sigue acomodando sus documentos.

— Lo necesito, mañana me voy a la agencia de China, deja que me lo lleve.

— ¿Para qué lo quieres?

— Allá hay un circo muy importante, lo haré público y tu padre será beneficiado, sus ventas incrementarán al triple y la nota será mundialmente conocida.

— Te perjudica hacer que la gente lo conozca, te van a interrogar.

— Si eso pasa diré que lo encontré en un basurero.

— Pero sabrán que mi padre lo hizo y solo le traerás problemas en lugar de beneficiar.

— A tu padre no, quizá a ti porque ese muñeco sabe que tú eres su dueño.

— Con menos razón te lo doy, entiende que no lo haré.

— Tú eres hijo de personas millonarias, no lo necesitas.

Es claro que no necesita usarlo para hacer dinero pero lo necesita moralmente, ya que por ahora es quien sustituye la compañía humana.

— Eres un ambicioso.

— O dime lo que hiciste.

— No sé, solo sucedió.

— No te creo.

— Que mal.

Se aproxima el jefe.

— Quizá esta vez no pero lo voy a obtener — amenaza antes de irse a trabajar.

Debe tomarle importancia pero no lo hace porque no quiere pasar toda la mañana pensando en sus amenazas y posibles acciones.

Hace las actividades de siempre más las que tiene que hacer extra y para no salir tarde prefiere perder su hora de comida y quedarse.

Ve llegar un sándwich y un jugo a su escritorio.

— Aquí tienes.

Mira a su derecha encontrándose con la bella sonrisa de Suzy.

— Gracias, no te hubieras molestado.

— Pero claro que sí, sé que quieres terminar a tiempo pero también debes comer.

Sonríe.
Si Suzy también se queda y le hace compañía todo va a ser más ameno.

— De nuevo gracias por preocuparte.

Ella sube a su propio escritorio.
— Ya te dije la razón y es porque me importas... ¡Oh! — jala una hoja y sonríe al leer la nota — ¡Tu padre hará muñecos a petición! ¿No te emociona?

My Doll - DaeJaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora