Cuando me choqué contigo

2 ¿Que como es mi vida?

Narra Jacob

Al día siguiente en el recreo fui a la biblioteca, pero estaba cerrada, asi que fui a dar una vuelta por el patio. Cuando estaba andando por un sitio solitario me percaté de que había una chica arrinconada en una esquina, leyendo, llevaba una capucha puesta, levaba unos pantalones oscuros, rotos. Era Kate. Me senté a su lado. Empecé a leer el libro también y ella no se percató de mi presencia. Cuando acabé de leer una página, para captar su atención pase a la siguiente:

-¡Ah!- exclamó- ¿que haces aquí, imbécil?

-Estaba dando una vuelta, te vi sola, y me entró curiosidad por saber lo que leías.

-¿Y no podías saludar o algo?

-Ah, vale. ¡Holaaa!- le solté con una sonrisa.

-Que bobo eres...

-Es un libro de suspense, ¿no?

-Sí, está muy bien, debes de leerlo.

-Lo haré.

-¿Te gusta leer?

-Sí, y por lo visto a ti también.

Ella asintió.

-Otra cosa más que tenemos en común.

-Sí, eso parece.

Sonó el timbre para volver para clase. Las últimas horas se pasaron rápido.

Era por la tarde. Ya que era nuevo en el barrio decidí ir a dar una vuelta para conocer un poco todo. Llegué a un parque. Había un tobogán, unos balancines y también dos columpios. No hacía muy buen día, asi que el parque estaba vacío. Solo había una chica empujando a un niño pequeño en un columpio. La chica tenía una melena riza y pelirroja que le salía por los extremos del gorro que llevaba puesto y le tapaba la cara ¡Era Kate! Me acerqué a saludar.

-Holaaa, Johnson.

Se giró y me lanzó una mirada asesina.

-No me llames así.

-Bueno, pues holaaa Kate.

-Así sí. ¿Que haces tú por aquí?

-Nada, solo venía a dar una vuelta para conocer mejor el barrio, y llegué aquí y decidí venir a saludarte.

-Pues aquí me tienes.

-¿Quién es este, Kate?- dijo el niño mirándome.

-Es un compañero de clase que es nuevo. Jacob, este es mi hermano, Daniel.

-Pues encantado Daniel.

El niño se fue a jugar al tobogán y Kate y yo nos sentamos en los columpios. Ella llevaba unos tenis gastados, unos vaqueros negros bastante rotos y una sudadera gris. Llevaba un gorro que le cubría la cabeza.

-Bueno, Kate, ¿y tú no quedas con tus amigos?

-No tengo.

-¿No tienes?

-No.

-Pues no entiendo el por que.

-Nadie me entiende. Están demasiado ocupados intentando hacerse guays y populares fingiendo ser lo que no son y viviendo sus maravillosas vidas. Todos me irritan.

-¿Tu vida como es?

-¿Mi vida? mi vida sencillamente es una mierda. Mis padres están divorciados y vivo en casa de mi madre, que es una drogadicta, pero mi padre está en la cárcel, y no hay nadie más que nos pueda mantener- espetó ella tan pancha.