-Lo hiciste o no Saúl--lo observo ya llorando
-Amor--me agarra de las mejillas-- Ella sólo es una cliente, la traía al hotel después de salir del juicio--seca mis lágrimas
-No me estás mintiendo Saúl? Mira yo quiero creerte--bajo la mirada-- Pero si de verdad te acostaste con ella dímelo a la cara
-Mi amor, nunca más cometere esa equivocación, te juro por nuestros hijos que no pasó nada entre esa mujer y yo--toma las fotos-- Acaso vez que la estoy besando?
-No pero si la abrazas--lo veo
-Ella estaba frágil amor, sólo le di un abrazo la acompañé hasta la recepción y luego me fui. Confías en mi?--acaricia mi mejilla
Me pongo a llorar de nuevo y lo abrazo, siento su mano cálida en mi espalda consolandome mientras la otra me abraza de la cintura.
-Amor ya no llores, me gustas más cuando sonríes--me trae a su pecho mimandome-- Tranquila todo está bien si?--asiento
Saúl me mima hasta que me quedó dormida aferrada a el. Los meses pasaron Dani fue creciendo al igual que Lua, esos dos armaban cada escándalo en la casa. Como Dani ya caminaba, el y Lua se la pasaban por toda la casa. Doña Azucena y yo detrás de ellos para evitar que algo les pasará.
Saúl vendría hoy de un viajé corto, preparaba a los niños para irlo a buscar al aeropuerto. Estaban muy emocionados por ver a su papá que se me hacía difícil prepararlos.
-Daniel vuelve aquí no puedes andar corriendo en pañal--lo persigo hasta que lo alcanzó cargandolo-- Mi amor tenemos que ir a buscar a papi, por favor no te desvistas--se cruza de bracitos imitandome cuando me enojó
Consigo tener a ambos quietos y vestidos en la sala, era mi mayor logro hasta ahora, esos dos no se dejan. Los dejé en la sala viendo caricaturas con Doña Azucena y me fui a arreglar que ya era tarde.
Dani:
Lua:
Bajé usando un vestido rojo que marcaba bien mis curvas, lo hacía aproposito para provocar a Saúl, hoy no seria la excepción. Cargó a Dani mientras Lua camina frente a mi, colocó a ambos en sus sillitas y partimos hacía el aeropuerto.
Llegamos en media hora por el tráfico pero nos venía bien aún faltaba como veinte minutos más o menos para que Saúl aterrizará. Fuimos a esperarlo sentados en una sala, pero luego la única sentada fui yo por que mis bendiciones se pusieron a jugar
Los observaba con una sonrisa escuchando sus risitas, al levantar la vista lo veo arrastrando su maleta viniendo hacía nosotros.
-Ya llegó papá--nada más eso bastó para que salieran corriendo a abrazarlo
-Papi papi--repetia una y otra vez Lua llamando su atención
-Que pasó princesa?--la mira embobado
-Nos trajiste algo?--río ante su comentario
-Ves Aguirre los mal acostumbras--me cruzó de brazos
-Y si vienes aquí con nosotros, me das un buen beso y luego me regañas?--me dice con una sonrisa y pues obviamente fui
Pa que vean que soy buena siguen juntos :3
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Aquí Vamos Otra Vez
DiversosNo soy saugracia pero las quise complacer con una historia de ellos dos, a ver que sale