Capítulo seis.

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Narra Saúl

Desperté antes que Altagracia, Me levanté y cerré las cortinas volviendo a la cama. Se veía tan tranquila durmiendo, parecía un angelito, quien la viera así jamás pensaría que cuando está en sus días y para colmo enojada te lanza jarrones.

Pasé el pulgar por su mejilla acariciando su piel suave, no me gusta cuando estamos enojados y si la plante pero fue por que ya mi mamá se enteró que ella estaba aquí, ni imagina que estamos juntos pero la invite a almorzar aquí en el hotel para resolver esto de una vez.

La veo removerse y se que despertará en cualquier momento posiblemente con un humor de perros, tengo que cambiar eso ahora antes de que me valla peor.

Meto la mano bajo las sábanas acariciando su cintura mientras beso su cuello, La conozco está así en parte por que desde hace días que no hacemos el amor, me gruñe al principio pero poco a poco va cediendo.

-Aguirre por que no me dejas dormir--Me reclama adormilada

-Me vas a decir que no disfrutas mis besos--Sonrío metiendo la mano bajo su pijama

-Si los disfruto--Se remueve bajo mía-- Hasta dónde vas a llegar Aguirre no quiero bañarme con agua fría, es muy temprano

Le quito la pijama dejándola sólo con las bragas puestas posicionandome entre sus piernas. Pasó mis labios por sus pezones mientras mis dedos hacen a un lado la última prenda que traía puesta, introduzco dos dedos en ella y la escucho gemir bajo. Llevo uno de sus senos a mi boca y lo chupo con fuerza hago lo mismo con el otro bajando mis labios a su abdomen llegando a sus caderas las beso quitándole la prenda dejándola desnuda por completo.

Ella me ayuda a desnudarme mientras nos besamos con desesperación, la tomó de las caderas penetrandola de una vez, toma el control moviéndose lento torturandome, mis manos recorren su cuerpo acariciando cada rincón. La dejó abajo aumentando el ritmo besando su cuello, araña mi espalda enredando sus piernas a mi cadera.

De pronto el aire parece faltarnos, podía escuchar el latir de su corazón junto a el mío, los espasmos del orgasmo se acercaban cada vez más. La escucho gemir mi nombre suavecito casi un susurro, pero el simple echo de escucharlo de sus labios me volvía loco. La forma en que lo decía, el tonó, su mirada hacia que nunca olvidará estos momentos con ella. Los volvía tan especial

Horas más tarde

Narra Altagracia

-Momento, ella está aquí--Me gire viendo a Saúl

-Si ya que no pudimos almorzar ayer, la invite a almorzar hoy ya está abajo apúrale--Besa mi cabeza

-Me hubieras avisado un poquito antes así no tendría que andar a las prisas--Me queje y me termine de arreglar

Salimos de la habitación yendo a el restaurante del hotel, Saúl toma mi mano le sonrió y nos dirigimos donde estaba sentada Doña Azucena.

Ella se levanta al ver a Saúl como para abrazarlo pero luego me ve a mi y su expresión cambia.

-Saúl que haces con está mujer--Nos ve

-Mamá Altagracia es la mujer de la que te hable--Saúl suelta mi mano para ir hasta ella-- Mamá Altagracia cambió y me lo demostró estos tres años que pasamos juntos

-Como? Osea que te fuiste tras ella--Aparta la mirada de Saúl posicionandola sobre mi

-Si mamá, fui tras ella por que la amo, es la mujer de mi vida. Por que no lo quieres entender

-Ella está jugando con tu mente una vez más y no te estás dando cuenta, abre los ojos mijo--Lo toma de las mejillas-- Esa mujer es el diablo en persona

Dejé de verlos y me concentre en el trasero del mesero, debe tener un calzón con almohadillas no puede ser así de grande. Al final Azucena me acepto a la mala, si no lo hacia Saúl no le volvería a hablar o algo así, No entendí bien el trasero del mesero en serio llamaba mi atención. De milagro conseguimos comer tranquilos, Azucena no me pegó con la botella de vino como pensé que pasaría.



Creo que la escena hot me salió de la fregada😂😂😂 hice lo que pude, les prometo que voy a mejorar

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