Capítulo treinta y tres.

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Un mes después...

-Saúl llevaré a Lua a la constructora hoy--digo mientras lo veo prepararse

-Y Dani?--se gira viéndome

-Tu mamá lo quiere llevar a comprar cosas entonces me llevaré a Lua conmigo--tomó mi bolso-- Nos vemos en un rato--lo beso y salgo del cuarto

Voy al cuarto de Lua y la encuentro jugando en el piso, sonríe levantándose al verme, tomó su manita y nos disponemos a irnos. Abajo me despido de Dani y cargó a Lua, varios minutos después llegamos a la constructora, mientras yo resolvía permisos, realizaba contratos y demás, Lua se entretenía pintando.

Al correr de las horas nos empezó a dar hambre, como hoy decidí venirme sin chofer manejaria yo, bajamos al estacionamiento juntas todo iba bien hasta que sentí que nos observaban, pensé que era cosa mía y seguimos caminando.

Escuché pasos a mi alrededor pero no alcance ver a nadie, me preocupe, No por mi sino por Lua. Aceleramos el paso a el carro mientras buscaba las llaves, torpemente se me cayeron y lo escuché. 

-Altagracia.

Su voz retumbo tras de mi.

-Por que tanta prisa cielo--siento cuando me toma de la cintura-- Escucha no quiero que asustes a la niña, así que no pongas resistencia.

Bajó la mirada en Lua que se mantenía ajena a la situación viendo los detalles de su oso, Trigve me toma del brazo haciendome caminar en dirección a otro carro

-A dónde vamos?--pregunta Lua percatandose de la presencia de Trigve-- Quien es el?--lo apunta

-Daremos un paseo--Trigve le sonríe-- Soy amigo de tu papi

Lua no preguntó más, al abrir el carro vi a dos hombres dentro y luego todo se hizo oscuro....

Desperté en un cuarto oscuro, un pequeño foco alumbraba sobre mi cabeza. Giró la cabeza y consigo ver a Lua a mi lado, noto que su tobillo estaba encadenado a la pared al igual que yo.

Comencé a angustiarme, No sabía dónde estaba, que pasaría en adelante o si pudiera salir de ahí junto con Lua, empecé a observar el lugar. En la única ventana del cuarto se encontraban unas enormes tablas de madera impidiendo que alguien mirase para adentro además de cumplir esa función, estaba la otra que evitaba mi escape.

Lua se remueve abriendo sus ojitos, al observar el gran embrollo en que nos encontramos, me mira preocupada.

-Mami, dónde estamos--su vocecita expresaba miedo y sus ojos estaban cubiertos por una tela gruesa de lágrimas que pronto se quebraría

-Ven aquí amor--la abrazo a mi-- No se dónde estamos pero no te preocupes, veré el modo de salir de aquí está bien?--la veo asentir-- Todo va a estar bien--beso su cabecita y me dedico a mimarla

Si ella se ponía a llorar alertaría al guardia que se encontraba afuera, como se que hay uno? Sencillo. En la puerta se ve claramente una sombra, Trigve lo habrá puesto ahí para que nos vigilará además de avisarle cuando despertaramos. Nos convenía que no supiera que ya estábamos conscientes así tendría tiempo para pensar en como escapar.





Volví y prepárense....

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