POV Choi Youngjae

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Que hermoso momento. Que precioso lugar y decoración. Que brillantes flores, sonrisas y miradas. Que espectacular evento. Que elegantes trajes y magníficos vestidos. Que encantadora velada para un extraordinario casamiento digno de un famoso actor y una cantante reconocida.

Si tan solo no fuera yo el que se casará.

Todo puede ser bello mires donde mires, pero... no quería casarme. No a tan pronta edad, y con mi carrera a mitad de camino. No cuando no me sentía a gusto con esto. Definitivamente no deseaba contraer matrimonio y menos con una mujer a la cual no amo verdaderamente.

¿Por qué tenía que pasar?

Ver las sonrisas gigantes de los invitados que venían a felicitarme, que mostraban su apoyo y que me entregaban los regalos de boda, diciéndome que esto sería el momento más importante de mi vida simplemente me hacían tener ganas de correr lejos y desaparecer, sin que nadie pudiera encontrarme. Mudarme a Guadalajara, alquilar una pequeñísima casa y tener un perro llamado Alfred, aunque no pudiera entender nada de español, sencillamente para que no puedan hallarme.

Hace semanas que habíamos estado arreglando los preparativos para la boda. De aquí para allá, moviéndonos, organizándonos, ideando lo que ahora estaba viviendo, y realmente el lugar era digno de un casamiento real, y en eso me sentía satisfecho, pero lo demás... era pura basura; el traje mega incómodo, el peinado con tanto gel que lo sentía duro como concreto, las toneladas de maquillaje que me pusieron, ¿y para qué? Parecía que me enviarían a una pasarela y no a un altar.

Y de nuevo, ¿Por qué tenía que pasar? Y aunque me hacía un y mil veces la pregunta, la respuesta siempre estaba después; por mi hermanita y su enfermedad. Porque me habían obligado – y también yo me ofrecí casi que a la fuerza – a casarme con la hija de su socio que tiene interés por mí para poder ayudarla con la leucemia y poder pagar la cirugía, los tratamientos y medicamentos. Porque aunque mis padres tienen dinero, este no alcanza totalmente para pagar todo ello y aun así seguir en pie con la empresa en la que trabajan. Entonces la propuesta de juntar los dos apellidos fue tema de conversación entre familias como una charla casual que terminó en algo serio y como una posibilidad de que todos los asuntos quedaran sellados.

Ellos ya eran socios empresariales, reconocidos por esa vocación, pero pensar en hacer casar a sus hijos era para ambos una buena forma de tener el estatus y las ganancias bien altas, porque si me casaba significa, además, que la empresa iría para mi mujer y para mí, siguiendo con la herencia familiar. Sin embargo, honestamente, los negocios y el ser empresario no eran lo mío y mis padres lo sabían. Claro que lo sabían porque se los había hecho saber directamente.

Quería ser artista, no dueño de una empresa. A mis padres eso no les gustó.

"Ser artista no te lleva a ningún lado", "no te paga la vida ni te da garantías", "No irás muy lejos".

¿Cómo podían saberlo? ¿Nunca vieron en la televisión los grandes cantantes que hay? ¿Por qué yo no puedo ser uno de ellos? ¿Tanto les cuesta comprenderme y a lo que quiero?

Ellos están con sus ojos puestos en la estabilidad de la empresa y no verdaderamente en su hija, quién muere progresivamente, y eso sencillamente rompe mi corazón y en parte el cariño que les tengo porque están dañando al ser humano más bondadoso dejando que la enfermedad avance sin impedirlo. Pensando en ello, mientras me veo en el espejo de cuerpo entero de la habitación que apartaron para el "novio", me hace querer irme ya importándome poco la ceremonia, pero al mismo segundo mi cuerpo no se mueve porque sé qué si me voy lo único que haré será dar sentencia de muerte a MinJi y eso nunca lo permitiría.

Estaba entre la espada y la pared y mierda... en serio anhelaba otra opción.

–¿Cómo está el novio antes del casamiento? - interrumpió una voz, desconcentrándome de mi guerra interna. En dirección a la puerta, divisé a la figura parada ahí con su esmoquin alineado para un coctel de la alta clase -. Hermano, tú cara me lo dice todo.

Cartas a ti | Youngjae | GOT7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora