💌Para David💌

62 3 4
                                    

Hermanito... te amo. Siempre lo dije, pero en esta ocasión es para que lo recuerdes por toda la eternidad. Espero que sepas perdonarme por lo que haré. No es tu culpa; esta decisión la tomé por mí misma y para mí misma. Sé qué cuándo esto te llegué ya serás mayor, tendrás una vida encaminada y estable, una feliz. Esa felicidad preciada que jamás pude darte realmente ya estará en tu vida, y eso es lo que me reconforta a pesar de marcharme. No llores cuando leas esto. No te recrimines las cosas que pudiste hacer para ayudarme; eras un niño. Un niño no se da cuenta de nada porque sólo vive para divertirse y pasarla bien; ese es su rol hasta que crece y madura. Por eso no te lamentes. Yo estaré mejor sabiendo que tú pudiste encontrar tu felicidad dentro de la tormentosa crisis que tuvimos durante años, y que seguirás con tu vida luego de leer esta carta. Porque eso es lo que quiero; que sigas adelante sin mí. Tú podrás hacerlo; yo sé qué sí. Eres fuerte y valiente. Tu corazón soportará el golpe duro, te levantarás y andarás de nuevo.

Yo creo en ti, David.

Te preguntarás porque lo hice, ¿no? Lo primero que debes saber es que te amo mucho y que no quería dejarte, pero no vi otra opción. Puede que pienses que no pensé en ti realmente al tomar la decisión y que siempre hay más opciones, pero lo cierto es que hasta el último momento sí pensé en ti. Te imagino jugando, riéndote muy alto y escandalosamente sin importante demasiado el ruido que hagas con tu contagiosa risa. Te imagino llorando porque no hay dulces de los que te gustan o porque te caíste intentando escalar un árbol o porque sin querer rompiste algo y piensas que me enojaré contigo por hacerlo. Te imagino abrazándome, viendo películas juntos, comiendo, saliendo a pasear por el parque y disfrutando de lo hermoso que es ser hermanos. Pienso en ti hasta en este preciso instante y lo cierto es que me rompe el corazón dejarte solo, pero también sé qué es lo mejor.

Pensaré en ti aunque me vaya. Tu recuerdo quedará presente en mí aunque en la siguiente vida no te recuerde.

Lo segundo que debes saber es que ya venía rota antes del empaque. Antes siquiera de la crisis ya me había roto y no me había dado cuenta. Las peleas entre nuestros padres anterior a que mamá muriera eran fuertes, nunca llegaron a los golpes, pero los gritos y la rompedera de cosas era intensa, y yo lo aguantaba. Tenía que soportar ver a mamá largar lágrima tras lágrima, a papá irse de casa azotando la puerta con furia, a recoger los pedazos hechos polvo de platos y vasos. Tenía que hacerte reír para que dejaras de llorar cuando ellos te despertaban, hacerte mimos para que no percibieras el cambio de ambiente en la casa y lo destrozada que era nuestra familia.

No lo supe hasta este momento, pero nuestra familia ya se había quebrado cuando papá comenzó a engañar a mamá. Ella me lo contó una vez, pero hasta ahora ni me acordaba. Madre era muy fuerte, siempre dándonos una sonrisa a pesar de la tempestad. Padre por otro lado simplemente huía de los problemas. No pienses que lo odio por ello. Cada persona es diferente y reacciona de diferente manera a las adversidades. Él no pensaba con la cabeza. Estaba cegado por la fama de ser reportero internacional, y un poco celoso de los logros fácilmente obtenidos por ella. No era malo, sencillamente era ciego; ciego por la avaricia. Nunca quiso lastimarnos realmente. Nunca quiso lastimarla, pero lo hizo. La hirió y nos lastimó a ambos.

Su muerte es indiferente para ti porque no se contó. Lo prioritario es saber que no fue un accidente, que fue asesinada por una banda de narcotraficantes que papá investigaba a fondo. Supongo que el enterarse que un reportero estuviera hurgando en su porquería no les causó gracia y decidieron darle un golpe bajo para que calmara su ambición por descubrirlos y en parte funcionó; él dejó de seguir con ello para concentrarse en la depresión que le aprisionó luego del entierro. Los primeros meses nos mantuvimos juntos como una familia unida para sobrepasar la pérdida de un ser querido, y en esas temporadas nos iba bien intentando olvidar, pero cuando papá comenzó a llegar tarde y alcoholizado, las aguas se volvieron movidas. Hubieron oportunidades en las que te tuve que esconder bajo la cama fingiendo jugar a la escondida para que no te encontrara, en otras te obligaba a encerrarte en el cuarto y la mayoría de veces nos íbamos al patio trasero.

Cartas a ti | Youngjae | GOT7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora