En otras manos

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Querida Clari:

Nunca he usado un diario personal, pero por lo que tengo entendido se suele empezar siempre con "Querido diario". Yo no haré eso ya que tu diario está en otras manos y no escribiré para él, sino para ti.

Es sábado a la noche y no he podido dejar de de pensar en ti desde la última vez que hablamos.

Supongo que te preguntarás por qué tengo tu diario. Ayer cuando salías apurada de tu última clase, se te cayó.  Te preguntarás entonces por qué no te lo he devuelto al instante. Lo intenté pero todo lo que tú dijiste fue:

-Disculpeme señor popular, pero hablar conmigo en este momento podría afectar su imagen frente a sus amigos, y por nada en el mundo querría que eso pase.

Y te fuiste.

Otra pregunta que en algún momento te harás sera: "¿Y cómo lograste abrirlo?". Pues fue muy tierno de tu parte poner una clave tan fácil... como si no supiera que tu cumpleaños es el 16/07... También sería raro que no te preguntaras si leí lo que has escrito o no. Y en ese caso la respuesta sería que simplemente pasé rápido las hojas y leí algunas palabras sin llegar a darles su sentido completo. Claro que, hasta que pueda devolverte el diario el lunes podría cambiar de opinión... vi un par de veces mi nombre escrito y la idea de saber que has escrito sobre mi es demasiado tentadora.

Dado que me consideras muy estúpido como para dirigirme la palabra (no niego que en verdad lo sea), aprovecharé la oportunidad para decirte que lo lamento y que no miento al decir que fue la idiotez más grande de mi vida. No es que te esté pidiendo que estemos juntos ni nada así,  porque sería mucho mas idiota si te pidiera que me perdonaras.

Lo que quiero que tengas en claro es que estoy arrepentido de esa decisión y que sigo opinando todo lo que te he dicho antes de tomarla.

Entiendo completamente que estés enojada y sé que tienes muchísimas razones para estarlo.

Muchas veces uno se preocupa tanto en su propio dolor y en ver al otro como un insesible que se olvida que éste otro también sufre. A veces estamos tan cegados pensando que todo lo que uno mismo hace está bien y que son los demás los que se equivocan que a veces nos olvidamos que podemos cometer tantos errores como el otro. Un ejemplo claro de esto último es que a mí me molestó que Samantha estuviera tan concentrada en ser popular que se olvidara de ser ella misma, ¿pero acaso yo no hice lo mismo contigo al alejarme de ti porque los malditos estereotipos escolares ven a los populares solamente con los populares?

Cuanto más lo digo suena aún más estúpido.

Vi que escribiste algo sobre el castigo del jueves y también sobre los días anteriores. Si no te molesta te contaré un poco sobre mi punto de vista.

La noche del sábado, luego de dejarte en tu casa, una ola de emociones me invadió. Estaba feliz, fascinado y otras millones formas de explicar esa maravillosa alegría que sentía por haberte besado. Desde la primera vez que te vi me pareciste la chica perfecta en todos los sentidos. Me sentía satisfecho por haber cumplido mi plan, no eramos novios, pero sentía que íbamos bien encaminados. La idea de haber terminado con Samantha por ti parecía cada vez mejor. Pero una sensación de culpa e inseguridad pronto acabó con la alegría de los minutos anteriores. Estaba en duda sobre si era realmente lo correcto, porque de repente ya no lo parecía. Pensé que podía llegar a perder a todos mis amigos y todo lo qie habia logrado en estos años solamente por una chica que conocía hace ni siquiera una semana.

Estaba entrando en una desesperación total, por eso llamé a Taylor y se lo conté:

-¿Quién es Clari?

-La chica nueva.

-No tiene ni una pizca de popularidad, ¿verdad?

-No lo sé. Yo creo que podría llevarse bien con algunas de las populares si quisiera.

-Solo por curiosidad, ¿con quienes?

Lo dudé unos segundos.

-Sé que con Samantha, Allison y Amanda definitivamente no.

-Entonces es una chica con cerebro.

-Es perfecta.

-Pero no es popular. -objetó Tay

-¿Tú que harías?

-Me alejaría.

Y lo hice.

Al principio ni siquiera lo pensé porque lo dijo Tay, y es mi mejor amigo, y supuse que dijo lo mejor para mí. Pero hace unos días comencé a cuestionarlo y me di cuenta que fue lo peor que pude hacer.

El Domingo no se me complicó eso de ignorarte ya que lo único que tenía que hacer era no escribirte y tú no estuviste conectada mucho tiempo, así que de todas formas no podría hablarte.

El Lunes intenté ignorarte pero parecía imposible. Pensé que no quedarme solo ni un segundo ayudaría, pero no podía dejar de pensar en ti.
El Martes me viste mirandote y creo que se me escapó una sonrisa.
El Miércoles tu plan funcionó y, aunque yo no lo quisiera admitir, una parte de mí se alegraba de que pudieramos hablar.
El Jueves fue horrible. Pensé que podríamos solucionar algo, pero solamente lo empeoré. A medida que me pedías que te explicara por qué te ignoraba me iba dando cuenta de que era una estupidez. Luego de que lo discutieramos, cuando tú te volteaste y tus ojos comenzaron a dejar caer las lágrimas, decidí que jamás le volveré a pedir un consejo de ese tipo a Tay.
Es genial ver cómo aunque un idiota como yo te haya roto el corazón tú puedas seguir con tu vida y disfrutarla. Es genial que puedas causar en mí muchas más emociones en sólo dos semanas que las que cualquier otra chica podría causar en un millón de años. Es genial que logres que te ame tanto. Y sé que esto no te hará cambiar de opinión, porque no lo merezco, pero quiero que lo sepas.
Jack Drystreet

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VickyWeasley31

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