》Capítulo 7

2.5K 283 95
                                    

Tecleaba en la laptop, buscando variaciones de páginas. Pero según sé, aquí en Cold Mountain sólo hay una línea de buses y hasta ahora no sé el nombre. Tampoco quiero irme en una fuente desconocida, con eso soy un tanto paranoica. Este mundo es oscuro y prefiero prevenir que lamentar.

A mi lado había un plato con pescado y ensalada, lo comía apenas ya que toda mi atención estaba en la pantalla. No obstante, podía oír a mi madre conversando con Castiel de lo lindo que era Cold Hill. Y eso trajo a mi mente lo que hace apenas unos segundos había ocurrido con Adrien.

— Cariño, ¿verdad que Cold Hill tiene la mejor comida?.

— Sí mamá, sí la tiene — contesté a modo robot sin mirarla

— ¿Qué has buscado, Daella?. Las descripciones de tu madre me ponen más ansioso — preguntó Castiel sentado a unos cuantos pasos lejos de mí.

Rodé los ojos y la miré acusadora. Ella alzó las manos y sonrió llevando su taza de chocolate a la boca. Mamá siempre quiso quedarse en Cold Hill, nada de eso tiene que ver con el divorcio; más bien era por comodidad. Allá el lugar es más centrado y poblado que aquí, hay cines, parques, y otras cosas que desafortunadamente no tenemos.

Es un tema que me resulta tedioso.

— Tranquilo, Castiel. Creo que ya encontraré la página — le miré de reojo y noté una sonrisa de su parte.

— Daella... ¿estás segura de que podrán ir solos?. Digo, jamás te has ido sola a algún lugar — se enderezó mirándome. Y mi rostro se formó en una mueca de fastidio —. Y me aterra pensar que pueda pasarte algo.

Sé que se preocupa por mí y sé que lo hace por mi bien. Pero con mis dieciocho años, también estoy consciente de lo que soy o no capaz. No soy débil, y muchas veces me molesta ese tipo de opiniones. Pero antes de poder resongar, el chico rubio respondió por mí de manera amable.

— Señora Colin, ella irá conmigo. Le prometo que nada malo le pasará.

Lo observé y él a mí, creo que sólo con mi mirada percibió ese gracias. Ella asintió poco convencida, y aunque mañana me dará una gran charla de viajar con extraños y las precauciones que debo tomar al final me dejará ir. No me gusta mentirle, porque además de ir a Cold Hill es muy seguro de que no me quede con mi padre. Pero es el riesgo que debo tomar para ayudar a Castiel.

Después de esa charla, mamá se fue a dormir dejándonos a nosotros. Fruncí el ceño cuando me di cuenta de que él me miraba directamente, no con rescelo, sino con calma. Calma que me aterraba, y más con sus grandes ojos verdes que me ponían algo nerviosa.

— ¿Qué?.

— En donde trabajas... le dijiste a ese chico que no te tocara porque no te gusta el contacto físico — asentí con mirada confusa —. ¿Por qué dejaste que yo sí lo hiciera?.

Su pregunta me tomó desprevenida y luego de repasar esa pregunta retórica por varios segundos como un casete rayado lo supe; no tengo respuesta. ¿Por qué dejé que acariciara mi rostro si no me gusta el contacto físico?. ¿Qué hay en Castiel que no me hizo molestar con su toque?. Si le respondo, estaría mintiendo porque ni yo sé la razón; cosa que me preocupa.

— Eso no importa, ¿sí?. Tú me agradas, él no — le di una palmada en el hombro. Asintió convencido y ladeé mi cabeza prestando atención a su rostro cansado —. ¿Tienes sueño, cierto?.

— Creo que sí. Y Ya que lo mencionas... tuve una sensación extraña anoche — arrugó sus cejas y yo le presté más atención —. Cuando me dormí, fue la mejor sensación pero de repente... sentí como si estuviese despierto sin controlar lo que hago. Como una vida en mi mente.

Ángel©[Bill Skarsgård]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora