Mi error

238 29 10
                                    

Suspiro mientras pico algunas verduras sin poder evitar que mi mente viaje al ultimo encuentro que tuve con mi "amo". Llevo dos semanas en esta maldita casa y aun no he sido capaz de escaparme por más que lo he intentando. No es que aquí dentro se esté tan mal. Si lo miro fríamente, aquí se vive de puta madre si no fuera porque sé que no soy libre de salir cuando quiera y encima está la "disciplina" que me imparte el Kuchiki cada vez que hago algo incorrecto. Joder. Tan solo con recordarlo siento que me endurezco y eso me pone aun más cabrado.

-¡Renji!- El grito de Rikichi me alerta justo antes de sentir el dolor en la palma de mi mano.

Con mi emoción o rabia, según se mire, me acabo de cortar en la palma de la mano. Joder, parece un corte bastante profundo aunque no duele exageradamente. He tenido heridas peores. Eso me hace recordar también mi corta vida en el circo de ese maldito vampiro gordo y seboso. Ahí si que sufri de lo lindo y nadie me miraba con la preocupación que veo reflejada en los ojos oscuros de Rikichi.

-No es nada.- Le digo tomando un paño de cocina y envolviéndome la mano.

-Tienes que ir a que te vea Shin.

-¿Y dejarte con todo esto? Ni de coña.- Le digo tomando de nuevo el cuchillo una vez me he vendando como he podido la mano.- Terminamos esto y luego iré a la enfermería.

***Byakuya***

-Tal vez deberíamos pensar en algún tipo de entretenimiento para las mascotas de nuestros invitados.- Miro la lista de uno de los muchos proveedores que he tenido que elegir para el tema de la reunión y entrearrugo el entrecejo.

-Se trata de una reunión muy importante entre familias nobles, no una feria en la que divertirse y apostar o comprar nuevas mascotas.

-Como se nota que no ibas a las reuniones con las mismas miras que el resto.- La voz de Urahara de nuevo me crispa.

-Yo iba a las reuniones para dar mis informes y recibir nuevas instrucciones. Lo que debería hacer el resto. ¿Para eso eran no?

-Me encanta ver lo inocente que eres aun a tu edad.- Intento controlar el tic de mi ceja, ya que no estamos solos. Toma la hoja de papel que me ha pasado nuestro proveedor y la mira alargando la sonrisa en algunos momentos.- Eliminemos la subasta.- Dice mirándome brevemente. Creo que sabe que eso es algo que no me agrada demasiado, pese a su legalidad.- El resto de actividades, me parecen correctas.

El mestizo me mira y yo asiento con la cabeza muy a mi pesar

-De acuerdo, Kuchiki sama. Comenzaré los preparativos.

En cuanto sale del despacho aprieto un puño y golpeo la mesa.

-¿Se puede saber por que te metes en todas mis decisiones?

-Porque he venido a asesorarte y evitar que hagas de esta reunión la ultima que hagas.- Aprieto los dientes fulminándole con la mirada aunque intento controlarme.

-Esta es mi ciudad. Y si las reuniones se van a celebrar aquí, se hara a mi modo. Si a mi padre no le gusta...

-No es a tu padre al que tienes que contentar.- Dice algo mas serio.- Ya te dije que estas reuniones no solo son para tratar ciertos temas sino que también se trata de evaluar la escala de poder. Si demuestras que el heredero de los Kuchiki no esta a la altura de las expectativas del resto de familias...

-Provocaran un cambio de poder. Lo sé. Pero ceder en esos aspectos tan bajos y...

-¿Sientes apego por los humanos que gobiernas?- Dice sorprendiéndome.

-No. Por supuesto que no. Sé cual es mi lugar y también el suyo. Solo digo que...

-Bya chan...- Dice con su tono de voz suave y alegre, aunque no llegue a sus ojos, lo que me indica que es tan solo una mascara que encubre algo realmente malo.- el poder no se mantiene con tus ideales o mostrando como eres. El poder se mantiene demostrando que eres el mejor y que si alguien tiene alguna queja que no sea "razonable" sabras como apañártelas para que lo sea o para que lo entienda.

Akai Tsuki (Saga Luna Oscura parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora