Mi deber

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Mis ojos no pueden estar más abiertos. Joder. Todavía no me he repuesto de este grandioso orgasmo y solo con verlo lamer sus dedos llenos de mi semen ¡y el suyo!¡¡y me he puesto duro de nuevo!! Mi cuerpo tiembla aun por el acumulo de tensión que he sobrellevado y cuando mis piernas me fallan, sus manos me sostienen pegándome de nuevo contra su cuerpo. No sé si será mi imaginación, pero su forma de mirarme... es diferente. Casi pudiera jurar que veo algo de sentimiento, pero en cuanto parece ser consciente de cómo lo estoy mirando, se aleja un poco dejándome apoyado contra la pared.

Veo como se dirige hacia los lavabos aun con la polla por fuera de los pantalones y me estremezco al ver como me mira a través del reflejo del cristal.

-Deberías limpiarte antes de que sea imposible disimular esa mancha.- Sus palabras me hacen reaccionar y me acerco abriendo el grifo y limpiando como puedo el semen que tengo en manos y brazos, además de en mi ropa. Afortunadamente no ha sido mucho gracias a que él se lo ha llevado casi todo en su mano y camisa.

-Tu camisa...- Le digo viendo como su mancha si que no se va a poder disimular.

-No te preocupes. Haré que me traigan una limpia.- Dice terminando de secarse las manos y mirándome de nuevo con esa frialdad que me arde dentro.- Ahora debes volver a tu fiesta, Renji, pero recuerda lo que has dicho.

-Si, amo.- Le contesto viendo como sus pupilas afiladas de dilatan por un segundo para luego casi desaparecer al afilarse aun más.

Cuando salgo del baño, no me cruzo con nadie hasta llegar cerca de la fiesta. Fuera de la gran sala, puedo ver a varios chicos besándose. Ni siquiera sé si esto les está permitido, ya que para mi es algo que mi amo ha dejado bien clarito que no lo está.

-Hola Renji ¿dónde te habías metido?- Me dicen varios chicos de los que he conocido. En cuanto les voy a contestar, la voz del Kuchiki retumba en mi mente y siento mi corazón dispararse. Yo alzo una ceja y hago una pobre imitación de su mirada fría y distante.

-A ti que te importa.- Cuando paso por su lado puedo escuchar su jadeo y también la risa de algunos que estaban mirando.

Lo siento, chico, pero mi vampiro es demasiado posesivo y eso, comienza a gustarme.

***Byakuya***

Leo el ultimo nombramiento y observo como un miembro más de la familia Ayasegawa sube para recibir su insignia y su titulo nobiliario. Estos perros no hacen más que reproducirse y no creo que sea demasiado bueno para el resto de familias.

Ya que la conversión de nuevos vampiros quedo prohibida hace décadas, la única forma que tienen los nuestros de agrandar sus familias es de la forma convencional. Teniendo progenie, cosa que a los Ayasegawa se les da extremadamente bien.

-Ventisiete nuevos nobles y dieciocho de ellos de la misma familia.- Me dice Urahara disimuladamente.- Creo que comienza a verse cuales son sus intenciones ¿no?

Antes de que pueda volver a hablar, veo como Asuka se nos acerca haciendo que Urahara se aleje discretamente.

-Byakuya sama...- Dice con una cadencia en la voz que me irrita, a la vez que se inclina exageradamente para volver a mirarme con sus ojos violeta llenos de dobles intenciones.

-Asuka, veo que tu familia ha ganado bastantes nuevos pilares.

-Oh, ciertamente mis hijos son el bien más preciado que poseo.- Dice afilando la mirada.- Tal vez debería probarlo.

-¿El que?

-Tener hijos.- En cuanto dice eso abro los ojos casi ofendido aunque en ese preciso momento aparece mi padre por mi lado y ambos se miran de forma solemne a la vez que se saludan.

Akai Tsuki (Saga Luna Oscura parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora