Akai Tsuki (Saga Luna Oscura parte 1)

Mi debilidad

Cuando abro los ojos tardo unos segundos en que mi mente se active y me haga abrirlos del todo. Mi cuerpo se incorpora automáticamente, lo que me hace jadear al sentir algo de dolor en mi entrada. Joder, es cierto. Lo que hicimos anoche... entonces me fijo en que estoy solo, en el cuarto de mi amo y con la poca luz que entra por las cristaleras que me indica que es al menos media mañana.

Me dejo caer sobre las suaves sabanas de mi amo y no puedo evitar tomarlas con una mano y llevarlas hasta mi rostro para aspirar su aroma. Huele a él. Todo aquí huele a él. Incluso yo y eso, me hace sentir cierta excitación que aumenta en el momento en que siento como algo de liquido sale por mi ano, haciendo que este me escueza un poco. Es cierto, ayer... follamos y él se corrió dentro de mi cuerpo. Y no solo eso.

-Me mordió.- Digo llevándome la mano al cuello y cerrando los ojos al sentir las multiples marcas que siento en mi piel, al pasar la llema de mis dedos sobre ellas.

Antes de ser consciente, me estoy masturbando mientras rememoro las sensaciones que vivi hace unas horas. Sus besos, sus caricias, el sentirlo dentro de mi cuerpo, sus potentes embestidas, la sensación de ser mordido mientras me follaba... tan diferente a lo que había conocido hasta ahora...

En cuanto me corro, no puedo evitar gemir su nombre, tal como lo hice anoche, mientras me entregaba por completo. Lo que faltaba de mi, ya es suyo. Esa simple idea me hace sentir algo de vértigo, aunque lo que realmente me domina es el miedo. ¿Qué es lo que siento por él? Es cierto que el odio visceral que le tenía cuando llegué aquí, ha desaparecido, extinguido diría más bien y ha sido sustituido por una sensación de necesidad y pertenencia que no son propias de mi. Desde que sucedió lo de mi familia, lo de Rukia, siempre he intentado no sentir ese tipo de sentimientos por nadie, a excepción de Kokuto, al ser el único sobreviviente de aquello junto conmigo. Pero incluso siendo nuestro lazo tan importante, y habiendo querido a Rukia como la quise, creo que jamás sentí todo esta mezcla de sentimientos con respecto a nadie.

***Byakuya***

Creo que el día de hoy no podría ir peor aunque me esforzara en ello. Si ya fue un fastidio tener que levantarme del lado de Renji y satisfacer a mi padre e invitados con mi presencia en las soporíferas reuniones de hoy, el tener encima que escuchar a todos estos malditos nobles, presentarme a sus hijas y defender su candidatura como la mejor opción para ser mi esposa y futura madre de mis hijos, es para hacer una matanza con todos ellos.

-Se te nota agotado, Bya chan.- La molesta voz de Urahara no mejora mi estado de animo cuando se acerca en un leve descanso que me han dado.

-Lo estoy.

-¿Te acostaste muy tarde anoche?- Dice alargando una leve sonrisa para luego tocarse el cuello con un dedo.

Inmediatamente tiro del cuello de mi camisa para ocultar la marca que me dejó Renji cuando me mordió. Ah... solo de recordarlo, siento que comienzo a excitarme y no me conviene hacerlo aquí ni ahora.

-No es asunto tuyo, Urahara. Más bien deberías estar rondando a mi padre por si necesita algo de su perro fiel.

-Según tengo entendido, no soy el único perro fiel de la familia.- Dice justo antes de irse aunque, cuando lo hace pronunciando esas ultimas palabras, miro hacia donde él lo hacía y veo acercarse a mi hermano Soujun con su fiel asesor humano.

-Soujun nii sama.- Le saludo viendo como él inclina ligeramente la cabeza y me sonríe con algo de figida compustura.- ¿Te encuentras bien?

-Si... perfec... tamente...- Dice con una ligera risita que parece nerviosa. Tal vez esté de nuevo con sus molestias.- ¿qué tal todo... por aquí... mmm?

-Aburrido. Como era de esperarse.- Digo mirando como padre está hablando con otro de los ancianos cabeza de familia.

-Parece estar en su salsa.- Dice tomando aire profundamente. Es como si tuviera retortijones por momentos o algo así, pero no soy de inmiscuirme demasiado en la vida de los demás.