Mi arena

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Hoy no es que tuviera nada planeado para hacer, aparte de leer informes o divagar en mis pensamientos, asi que la visita de Aizen tampoco me ha molestado sobremanera. Si no fuera por ese aura que despide a falsedad y poca confianza, sería hasta una visita interesante pero, no lo es.

En cuanto entro, entrecierro los ojos al encontrarme a Jugram un poco acorralado por Aizen contra mi escritorio. En cuanto ambos me ven, Aizen se mueve lo suficiente para que Jugram salga y se me acerque sin dirigirme la mirada. No me gusta demasiado que haga eso y más por la confianza y seguridad que mis empleados humanos tienen en mi mansión.

-Kuchiki sama.- Saluda Aizen con su habitual sonrisa que no le llega a los ojos. Esos que muestran su típica mezcla de admiración y envidia, propia de los de su nivel social. Vampiros mestizos, los que una vez fueron humanos.

-Aizen.- Le digo mirando a Jugram que esta esperando mis indicaciones.- Puedes retirarte, Jugram.

Él no dice nada, solo hace una ligera reverencia y sale de la habitación rápidamente. Pero podía notar como temblaba aun.

-Te agradecería que no tocaras ni molestaras a mis posesiones cuando vienes de visita.- Le digo tomando asiento e indicándole que él también lo haga.

-Oh, no era mi intención. Aunque supongo que es su culpa, Kuchiki sama.- Dice afilando ligeramente su mirada.- Tiene unas mascotas irresistibles. Debe pasar unos ratos muy interesantes con ellos.

-Lo que haga con mis humanos no es asunto suyo, Aizen. Espero por su bien que no haya venido solo a admirar y molestar a mis humanos.

-Jamás me atrevería.- Dice sacando una carpeta negra de su maletin y dejandola en mi escritorio. Yo la tomo y al abrirla veo varias fotos que me hacen entrecerrar los ojos.

-¿Los informes del mes? No estamos a primeros, Aizen.

-Oh, si. Disculpe.- Dice inclinándose hacia delante y tomando varias hojas para pasármelas luego.- Esos informes los tenía ya preparados para traérselos a primeros pero ya que venía para reportarle el incidente del banco de sangre, pensé dejárselos también.

-¿Incidente?¿Que incidente?

-Hace tres días intentaron atracar una de las sedes centrales del banco de sangre.- Yo arrugo un poco el entrecejo y miro varias fotografías tomadas por las camaras de seguridad.

-¿Quién fue?¿Alguno de los clanes del Rukongai?

-Humanos.- dice llamando poderosamente mi atención aunque intento no expresar nada.

-¿Cuántos eran?

-Ridiculamente pocos.- Dice sonriendo.- No sé el numero exacto aunque no serían más de seis.- Arrugo el entrecejo un poco y él continua.

-¿Se llevaron algo?

-No.

-¿Alguna baja?

-Diez agentes heridos y dos muertos.- Dice sorprendiéndome un poco. ¿Menos de seis humanos lograron hacer ese tipo de daño?

-¿Qué pasó con los atracadores?

-Todos huyeron menos uno. Al parecer fue el que más se resistió y el responsable de la muerte de esos dos agentes.

Miro de nuevo las imágenes en blanco y negro de las camaras de seguridad, y en ellas, un hombre alto, con el rostro cubierto y un largo cabello recogido en una coleta alta, lucha contra varios de nuestros hombres.

-¿Qué fue de ese atracador?

-Fue capturado, señor.

-Bien.- Digo con un ligero gesto de mano para que de por finalizado el tema.- Ahora y ya que hemos adelantado la reunión mensual para esto, dame el reporte del resto de cosas.

Akai Tsuki (Saga Luna Oscura parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora