trece

395 35 2
                                    

Solo se encontraba el joven de cabello azabache en la comodidad de su hogar, leyendo a luz tenue una novela más fantástica que la misma biblia.

La tranquilidad del momento habría podido convertirse en la más perfecta de todo el día, si no fuera por el indeseable sonido de su celular que la arruinó.

– ¿Hola? –contestó, sin despegar la vista del libro.

– Jungkook, soy Taehyung.

El joven apenas escuchó de quién se trataba dejó el libro a un lado y puso su total atención al chico del otro lado de la línea.

– ¡Hyung! Hola, ¿qué tal? ¿Cómo vas, amigo?

– Bien, bien. –la voz del contrario se escuchaba un tanto opacada por la música de fondo.

– ¿Dónde estás?

– Ahm... En un bar.

– ¡Oh!, ¿y quieres que te vaya a hacer compañía o qué?

– En realidad si me gustaría que vinieras, tengo que pedirte un favor.

El menor frunció el ceño.

– ¿Qué tipo de favor sería?

– ¿Te acuerdas de lo que te hablé el otro día?

– ¿De las ganas que le traías al enano ese?

– Si. De eso mismo quiero hablar contigo.

– ¿Por qué? Se directo. ¿Qué quieres?

– Necesito que "alejes" a alguien de él.–Jungkook escuchó como enfatizó en un tono de voz mal alto.

El muchacho suspiró ligeramente y llevó su mano libre a peinar sus oscuros cabellos hacía atrás ante la petición del mayor.

– ¿Qué gano yo por eso?

– Te pagaré. ¿Cuánto quieres?

– Amigo, no creo que está sea la forma de ganarte a Jimin. –dijo en un tono serio y poco usual en él.

– Te doy el doble de lo que me pidas, por favor.

– Tae, en líos de falda yo no me meto.

– ¿Quieres dinero o no?

El joven azabache suspiró, no podía negarse si había dinero de por medio. Hagan los prejuicios que quieran pero los remedios para el cáncer de su abuela no se pagan solos.

– Está bien. ¿Qué quieres que haga?

– Uhm... No lo sé, hacerlo desaparecer no suena mal.

– Está bien. –accedió aún cuando el sintió que algo de eso no saldría bien.– Dame la dirección del lugar en dónde estás, te veo allá.

– Está bien. Procura no venir muy llamativo, tú objetivo está a dos puestos de mi.

– ¿Lo has estado siguiendo?

– Jungkook, Jimin nunca debió haber conocido al kakas. Es alguien patético. Jimin se merece a alguien mejor, alguien como yo.

Después de eso cortó, sintiendo un mal sabor de boca. No es como si fuera la primera vez que haría algo así pero algo muy fuerte le decía que esta vez no lo hiciera.

Salió de casa sin saber si hacerle caso a su intuición y no colaborar con lo que estaba planeando su amigo o si seguirle la corriente y confiar ciegamente en Taehyung.

Dear Jimin |›Yoonmin‹|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora