Epílogo

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–¿Como qué?…- preguntó Andrómeda retadoramente. Nadie respondió. –Me dan pena… no tienen ni pizca de las agallas de sus mujeres, ni de seguridad en sí mismos, ¡ni de nada! Ellas los VIERON a ustedes CON OTRA y pudieron soportarlo y aprender de ello. Y créanme que aunque fue fuerte, fue muy útil para todas conocer a otros hombres y verlos a ustedes con otras mujeres porque ahí se muestra todo lo que realmente son. Ustedes deberían de aprender un poco del valor de ellas.

Los caballeros se quedaron en silencio pero su ira, celos y egoísmo persistió. Nada parecía convencerlos hasta que Andrómeda volvió a hablar.

–Aunque, si quieren hacer algo, podemos hacer una cosa. Tengo entendido que usaron veritaserum en su fiesta. Entonces, si están dispuestos a afrontarlo bébanlo de nuevo, y… si eso les calma, confiesen honestamente si se dieron cuenta de las diferencias con su mujer y qué significó esa noche para ustedes.

Los chicos se mostraron indecisos. Por un lado deseaban saber algo de lo que había pasado esa noche, pero por otro, sería un verdadero reto soportarlo. Pero no podrían vivir con la duda. En conclusión, lo bebieron.

Las gotas de veritaserum fueron revueltas en generosos vasos con Whiskey, la mayoría de los implicados bebieron hasta el fondo. Algunos incluso, volvieron a servirse. Había que prepararse de algún modo.

–Que empiece Draco que dice que fue OBVIO. – ironizó Harry.

–Pues sí… y tal vez sea el más imbécil de todos, porque sabiendo perfectamente que todo era diferente a Astoria, nunca se me ocurrió suponer que aunque la estaba viendo, no era ella. – el veritaserum hizo al rubio hablar con total honestidad.

–¿Cómo supiste que no era ella?

–Pues de entrada por el cuerpo, no tienen nada que ver. Además el carácter, tu mujer es muy enojona. Rezonga por todo. Se puso furiosa de un instante a otro. Pensé que me iba a golpear. Nos peleamos, por si te consuela saberlo

–Me alegro. –dijo Ron secamente.

–Algo le habrás hecho… - dijo Harry con acidez.

–Pues no. Le dije algo… no recuerdo qué. – Se queda pensativo –creo que fue algo sobre que estaba hinchada o algo así. – dijo el rubio haciendo ademanes de bultos en el pecho con las manos.

–¿De casualidad no le dijiste que estaba aguada? – preguntó Charlie inquisitivo, con la sonrisa en los labios anticipando la respuesta.

–Sí… eso fue. Se puso como loca. Después, todo marchó bien. Pero es muy diferente a Astoria.

–Sii, eso ya lo has dicho, ¿qué más notaste? – preguntó Andrómeda sacándole más la sopa.

–No sé si sea así siempre, pero me pareció tímida en la cama. De las que empieza muy valiente y luego no sabe cómo acabar. Tal vez porque estaba conmigo, aunque no creo. Me pareció que estaba contenida. No es muy complaciente… No le gusta hacer sexo oral pero le gusta que se lo hagan…- continuó Draco alzando ambas cejas.

La ventana de la cocina estalló en pedazos. Harry tenía los ojos cerrados.

–Perfecto, estaba haciendo calor… - murmuró George con nerviosismo.

–¿Di en el llaga Potter?

–Ojalá te hubiera arrancado la polla de una mordida. Al menos no lo disfrutaste…

–Es pésima para las mamadas, pero aún así lo disfruté. Fue una muy buena noche. A pesar de todo, es de esas que se recuerdan. Aunque… estuvo a punto de irse, no sé qué diablos te ve, pero te ama. – finalizó el rubio tratando de poner un toque despreciativo a su valioso comentario.

Otra Noche de Confesiones Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora