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Ya era Sabado.

Bajé a la cocina, tomé un vaso de jugo de naranja, y comí un sandwich de huevo.

Subí a mi cuarto y me coloqué una remera y chaqueta de color negro.

Me senté en un sillón de color café ubicado en una de las esquinas de mi cuarto y le mandé un mensaje a Christopher.

Avellanita

Holaaaa,
¿Estás despierto?

Hace 2 horas.
¿Cómo estas?

Biennn,
Ya quiero ír al shopping.

¿A las 4 de la tarde
Nos vemos allí?

Hecho.
¿Quieres hacer una
Llamada?

Mmmm..
Mejor vídeo llamada.

Ok.

Marqué al instante y contestó a la misma velocidad.

- ¡Hola! - saludé con una sonrisa.

- Ya te saludé pero.. - reímos - ¡Hola!

- ¿Soy yo o tú estás hermoso? - un tono carmesí se hizo notar en sus mejillas.

- No lo sé, tú también lo estas.

- Muchas gracias.

- De nada.

- ¿Qué hacias?

- Terminé de ordenar mi cuarto, ¿Tú?

- Desayuné hace unos 20 minutos.

- Qué bien.

- Sí. Oye, ese buso blanco te queda precioso, bueno, todo básicamente.

- Oh, ¿Qué desayunaste que estas recalcándome lo hermoso que te paresco?

- No es necesario que beba algo para decirte lo precioso, divino, hermoso y guapo que eres.

- ¿Sabes?, yo quería ser el que te dice lo bonito que eres pero te adelantaste.

- Tú también puedes, ambos podemos.

- Ok, eres el chico más hermoso que conocí en toda mi vida y me da cosa mirar tus ojos fíjamente porque son muy profundos y bonitos, mirarlos es como una adicción.

- Amo tus labios carnosos y rellenitos de color rosado, tranquilamente pueden ser mi adicción.

- Ya veo - reímos.

Cortamos a las 2 de la tarde, hablamos alrededor de 4 horas, un record para mí.

Me dí una ducha y me coloqué la ropa que separé el día anterior, arreglé mi cabello y simplemente esperé hasta las 3:30 para salír de mi casa.

Esperaba ansioso en el centro del shopping, junto a una fuente de agua.

Ví a un chico de cabello castaño, buso y zapatillas blancas y jean negro mirar a su alrededor mientras caminaba recto.

- ¡Chris! - corrí hasta a él y le dí un abrazo.

- Qué hermoso estás, aunque lo estés siempre - reí y me separé para darle un beso.

- Tú tienes el mismo buso que en la llamada - pasé mi mano por el largo de su brazo sintiendo la suave tela.

- Síp. ¿A dónde vamos?

- Ahora vemos, pero quiero algo.

- ¿Qué?

- Que nos compremos un mismo jean, buso o algo.

- Hecho - tomó mi mano para comenzar a caminar por el gran lugar.

- Mira - señalé unos anillos lizos de color negro.

- ¿Te gustan?

- Son bonitos.

- Ok - me llevó hasta dentro de la joyería.

- Buenos días, ¿En qué puedo ayudarles? - nos atendió una mujer amablemente apenas pusimos un pié en el negocio.

- Nos gustaría saber si tiene más anillos como los de la vidriera, los negros lizos - especificó.

- Oh claro, ahora regreso - nos dió una sonrisa y nos abandonó un momento para luego regresar con una cajita negra - Aquí tienes diferentes talles - abrió la tapa dejandonos ver los anillos.

- Aver - Chris tomó uno de los anillos y lo colocó en mi dedo anular - Es un poco grande, ¿No?

- Síp - lo retiró y probó con otro, y así con 4 anillos más hasta que uno coincidio con el ancho de mi dedo - Este está bien - moví un poco mi mano para asegurarme de que no se callera.

- Prueba quitándotelo - no me resulto difícil, tal como algunos dicen, fue pan comido.

Christopher buscó uno para su dedo índice después de 3 intentos encontramos el correcto.

Pagamos los anillos y salímos muy a gusto con la compra.

- Ya tenemos algo igual - comentó observando la mano en donde se encontraba su anillo.

- Aja - agarré su mano entrelazando nuestros dedos - Ahora falta alguna prenda.

- En estos momentos está un poco fresco y amo como te quedan los busos, ¿Qué dices?

- Yo también amo como te lucen - besé su mano - Vamos.

Compramos dos busos con capucha de color amarillo mostaza.

- ¿Quiéres comer algo?

- Quiero un frappé, ¿Tú?

- Un café - compramos las bebidas y las tomamos en unas pequeñas mesas del local.

Observabamos las tiendas pensando en qué mas podíamos comprar.

- Quiero una foto contigo - detuvé a Chris para que se detuviera.

- Dame tú celular - se lo entregué y ahora él uso mi dedo para poder acceder al incio y también a la cámara - Disculpe, ¿Podrían sacarnos una fotografía? - le preguntó a un grupito de 4 chicas, asintieron y tomaron el celular entre sus manos. Sin dudarlo mucho abracé a Christopher.

- Muchas gracias - tomé el celular.

- De nada, son muy lindos - dijo una de ellas y siguieron con su camino.

Imposible || ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora