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Luego de 2 semanas, hoy conocería a la Madre de Christopher, Mi suegra.

Admito que estaba algo nervioso, quería caerle bién y que se de cuenta que era un buen partido para su hijo, viéndolo por el lado de mi personalidad.

- Tranquilo - acarició el dorso de mi mano mientras manejaba el vehículo.

- Estoy nervioso.

- Se nota. No tengas miedo, ella es buena, no muerde, ya lo verás - reí - Fuera de eso, ¿Qué le dijiste a tú Madre para que no sospeche?

- Que me llamaron de la empresa para una reunion importante, aunque hoy debía salir con Katy, eso significa que mañana voy a tener que estar con ella toooodo el día - suspiré - Mañana será un día agotador, te lo aseguro.

- Lo sé - rió - Ya estamos llegado - al oírlo, con demasiada curiosad me coloqué derecho para ver hacia delante de mejor manera, observando las modernas y lujosas casas por el barrio. Ninguna era como la mia, cosa que demostraba que las personas de aquí no eran de mucha fortuna como la hipócrita de mi familia.

Estacionó el carro y me pidió que bajara, acción que hice una ves que él la realizó primero.

- Ven - tomó mi mano guiandome a la entrada, mientras yo solo deseaba retroceder y posponer la visita para otro día por los nervios que recorrían todo mi cuerpo.

Tocó y tragué saliva, mirando atentamente la puerta moderna de un tono gris. Simplemente con ver el hogar desde fuera podías darte cuenta de la seguridad que había en esta.

- ¡Hijo! - habló entusiasmada una mujer de cabello negro lacio, ojos marrones, piel pálida y con una hermosa sonrisa en su rostro, no pasaba más de los 45 años. Ella abrazó a Christopher y se separó luego de 3 segundos, para fijar su mirada en mi sin quitar su sonrisa y la felicidad de su rostro, es más, se notó una expresión de curiosidad en ella.

- Mama, él es Erick, Mi novio - dijo Christopher respondiendo la duda que seguramente estaba pensando o a punto de decír su Madre, la cual automaticamente regresó la mirada a su hijo.

- ¡Bién!, Por fin lo conozco - sus brazos me rodearon y sentí una de sus manos acariciar mi espalda - Estás tenso, relájate que no voy a morderte - reí de forma nerviosa, me soltó y me miró de una manera cálida, logrando que logre soltarme un poco y dejar algunos de esos nervios y miedos de lado - Adelante entonces - los tres entramos y apenas colocamos un pie en la lujosa casa Christopher tomó mi mano.

Observé los muebles notando que la mayoría eran de colores blancos, negros y distintas tonalidades de grises, todos los electromesticos eran inteligentes, se notaba a simple vista.

- Ponganse cómodos, voy a llamar a Alejandro para avisarle sobre la inesperada visita - nos sonrió una última ves y caminó hasta las escaleras.

- Ven aquí - Chris me abrazó y me llevó hasta el sillón, ubicandonos a ambos en este, uno al lado del otro - ¿Estás más tranquilo?

- Algo - contesté y reí - Aún estoy algo nervioso.

- ¿Pero por qué?, Papa ya te conoce.

- Lo sé, es solo que...ay deja tú no lo entiendes.

- Al parecer no - sonreí y dejé un pequeño beso en sus labios.

- ¡Llegó mi hermoso nuero eh! - giré un poco mi cabeza para ver a Mi suegro que bajaba las escaleras junto a su esposa.

- Hola - saludé y levanté mi mano haciendo lo mismo con ella mientras la movia de un lado a otro en dirección a ellos.

- Un gusto verte nuevamente Erick. Por hoy olvida que soy tú jefe - sonrió y se sentó en el sillón anteriormente vacio en frente mio y Mi novio.

- ¿Él trabaja en la misma empresa que tú? - preguntó Mi suegra.

- Síp. Hace más de 2 meses - contesté yo por más que la pregunta iva dirigida a Chris.

- Oh, qué bien - sonrió.

.

- ¿Cómo la pasaste? - consultó Christopher mientras me llevaba a mi casa.

- Súper, son muy buenos - sonreí - Además se notaba a tu madre muy feliz, ¿Nunca le presentaste a algún otro novio?

- Nop.

- ¿Y Zabdiel?

- Mis Padres no estan ni enterados de que estuve con ese chico.

- Oh, ya veo. Pero, ¿Por qué?

- Porque por más que no lo haya dicho nunca yo siempre supe que la relación con Zabdiel no iva a ningún lado, estoy seguro de que si él no me hubiera engañado yo lo hubiera dejado de todas formas. No sentía nada especial entre nosotros, digo, yo solo estaba con él por sexo básicamente. Como te dije antes, nosotros solo teniamos relaciones sexuales y punto, nunca hablamos de nuestros días o como nos iva, y yo tampoco creia que era sano el hecho de que nos celemos demasiado y discutamos por estupideces que él hacia. Era muy tóxico.

- ¿Y qué hay de mi?, ¿Tú crees que el sexo es importante en nuestra relación?

- Sinceramente, yo puedo estar contigo sin tener ningún contacto sexual. Me basta solo con mirar tus hermosos ojos brillando de la manera en que siempre lo están y esa sonrisa en tus labios capaz de opacar el día más gris para amarte incondicionalmente y solamente desear estar contigo las 24 horas del día.

- ...eres muy lindo - hablé mientras sentia mi rostro arder, tranquilamente podria hacer competencia con un tomate.

- Lindo eres tú.

Imposible || ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora