❊32❊

323 57 15
                                    

Me coloqué la pijama y me metí a la cama, tapándome con el cómodo y calentito acolchado.

Mi celular comenzó a sonar y con mucha pereza estiré mi mano hasta alcanzarlo, contesté sin ver el contacto y llevé el aparato a mi oído.

- ¿Hola? - hablé con la voz algo ronca por el sueño que comenzaba a consumirme.

- Hola Bebé.

- Ah, hola, ¿Pasa algo? - pregunté.

- Te a-Te quiero muchísimo y no me gusta Lucas, admito que es bonito pero yo tengo a un chico hermoso a mi lado que es único e incomparable. Lucas me gustó, es decír que me refiero a tiempo pasado, ¿Sí?

- Es una suerte que no puedas ver lo sonrojado que me encuentro - reí.

- Me gustaría verte de esa manera y llenar tú rostro de besos.

- Otro día. Gracias por llamarme y contestar mi pregunta de hoy aunque hayas interrumpido mi sueño.

- Ah, ¿Estás por dormír o estabas durmiendo?

- Estoy por dormír.

- Perdón, pero no quería ír a soñar con Erick's sin aclararte lo de Lucas.

- ¿Erick's?

- ¿No te e dicho que eres mi angelito?

- ¡Chris! - cubrí mi rostro con las sábanas aunque él no me viera.

- Te quiero.

- Yo también.

- Ya te dejo descansar, sueña con los Erick's, cariño.

- Soñaré con los Christopher's.

- Me parece bién - rió - Adiós, te adoro.

- ¿Esta ves lo dices enserio y no porque haya enfrentado a alguien y te sorprenda?

- Te adoro por ser tú.

- Mejor me voy a dormír antes de que quiera subirme a mi vehículo e ír hasta tú casa para dormír entre tus brazos, ¿Ok?

- Ok. Te quiero muchísimo.

- Yo también - reí y corté la llamada.

Dejé el celular sobre la mesita de noche y me acomodé nuevamente para dormír.

- Te adoro y quiero muchísisisimo Christopher - susurré con una sonrisa.

Desperté 30 minutos más tarde de lo normal, por lo cuál me preparé como flash e ingresé a la empresa 15 minutos tarde.

- Camila anota mi llegada - pedí en el tiempo en que crucé por la recepción antes de llegar al ascensor, no iva a detenerme y saludarla, luego será.

- O llegaste tarde o te quedaste en la oficina de Christopher a los besos por 15 minutos - fué lo primero que dijo Joel apenas coloqué un pie en su espacio.

- No, tonto. ¿Esto es? - pregunté señalando a un folio sobre su escritorio.

- Sí, llevatelo y vete.

- Ok, Pimentel - tomé los papeles en mis manos y salí.

El receso comenzó y decidí ír a la oficina de Mi novio.

- Hola - saludé mientras cerraba la puerta.

- Hola, Angelito - él me miraba sonriendo mientras yo con cada segundo me iva enrojeciendo.

- Cállate - caminé hasta él y me ubiqué en la silla delante de su escritorio.

- ¿No te sentarás en mi regazo?

- Naa - tomé unas hojas en blanco y un lapicero - ¿Cómo estas? - pregunté mientras dibujaba lineas en uno de los papeles.

- Bién, pero creo que estaría mucho mejor si me das un abrazo - levanté la mirada y observé como hacia un puchero - Si no quieres ok.

- Nooo, Amor - me levanté y ambos nos quedamos callados.

- ¿Cómo?

- Ay perdón - cubrí mi boca.

- Nonono, dílo de nuevo - pidió con una sonrisa.

- Amor - estiró su mano hacia mí y me ubicó sobre su regazo.

- Te quiero mucho - dijo mientras besaba distintas facciones de mi rostro.

- Y-Yo también - lo detuve entre risas para después besarlo.

Entrelazo nuestros dedos en medio del beso, luego posicionó una de sus manos en mi cabello.

La puerta se abrió y ambos nos separamos rápidamente.

- PERDÓN - se disculpó para luego volver a cerrar la puerta.

- ¿Quién era? - pregunté.

- KEILIANY PASA - la nombrada pasó cubriendo su rostro avergonzada.

- Lo siento - habló una ves que nos encerró a los tres en la oficina.

- Tranquila, ¿Qué necesitabas?

- Tú padre me dijo que te diera esto - caminó hasta el escritorio y dejó los papeles a su alcance - Lo quiere para hoy.

- Pero es muy largo - se excusó Chris mientras miraba las hojas.

- Él dijo que si quieres hacer horas extras en su oficina no hay problema, pero lo necesita para hoy.

- ¿No puedo llevarlo a casa y terminarlo allí? - preguntó a lo que Kei negó.

- Y Erick, ya que estás aquí - me dió un folio - También para hoy. Los dejo - y sin más, se fué.

- ¿Quiéres quedarte conmigo a hacer horas extras? - asentí.

- Bueno - besé su mejilla - Le avisaré a Mi madre - me despedí y salí.

Imposible || ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora