Imposible || Chriserick

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Aclaración: El chico del cuál estaba enamorado Christopher en su niñes es "Lucas" debo aclararlo por si en algún momento aparece. Aquí tienen el capítulo:

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- Buenos días - abrí mis ojos observando a Christopher entrar a la habitación con una bandeja en sus manos.

- ¿Y eso? - pregunté.

- El desayuno. Siéntate - obvedecí.

- ¿Para mí?

- No para mí, córrete.

- Tonto - palmeé no muy fuerte su cabeza.

- No es la gran cosa - colocó la bandeja sobre mis piernas - No soy muy bueno.

- ¿Hiciste muffins?

- No, los compré, venían en un paquete y son ricos, ¿Te gustan?

- Ahora veré. Esto es...¿Jugo de naranja?

- Síp.

- ¿El que ví ayer en la heladera?

- Deja de hacer preguntas y come - tomó un muffin y lo llevó a mí boca luego de quitarle el envoltorio.

- Está rico - aclaré luego de saborearlo y digerirlo.

- Me alegro - me regaló una sonrisa.

- Gracias.

- De nada - junté sus labios con los míos.

- Ten - tomé un muffin, quité el envoltorio y lo llevé a su boca - Rico, ¿Verdad? - asintió, sonreí.

Después de desayunar nos quedamos un rato platicando en la cama, luego yo me fuí a dar una ducha y él dijo que acomodaria el living.

- ¿No quiéres que te lleve?, ¿Estás seguro?

- Si me llevas mi auto quedará aquí - dejé un beso en sus labios - Y yo voy a necesitarlo luego - volví a dejar otro beso.

- Uhmm..no quiero que te vayas directamente.

- Yo tampoco quiero irme, pero bueno - lo besé una última ves y salí de su casa.

- Me gustaría decírte algo especial.

- ¿Qué cosa? - pregunté a punto de abrír la puerta de mi vehículo.

- Aún no - dijo con una sonrisa.

- No sé de qué hablas pero está bien - reí - Te quiero - grité.

- Yo también - le arrojé un beso y subí a mi vehículo, abrió las rejas con un botón automaticamente y salí de su propiedad.

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- ¡Hasta que llegas! - habló mi Madre una ves que entré a casa.

- Hola. Voy a mí cuarto, debo ordenarlo y haré unas fotocopias en el computador - avisé.

- Bién - dió media vuelta y se fué al living. Yo fuí a mi cuarto.

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Ya era Lunes. Me levanté a las 5:30 A.M y me preparé para ír al trabajo.

- Hola Keiliany - la pelirroja levantó la mirada del monitor y me observó con una sonrisa.

- ¡Erick! - se levantó de su asiento y rodeó el escritorio hasta llegar a mí y abrazarme - ¿Cómo estas? - se separó.

- Bién. ¿Cabello? - pregunté.

- Oh, se fué a una reunión importante. Ocuparé el lugar de recepcionista por el resto del día. ¿Cómo te va con Christopher?

- Nada mal.

- ¿Se expresan lo mucho que aman?

- Claro, nos decímos lo mucho que nos queremos y eso - sonreí.

- Ahh, ¿aún no se dicen "Te amo"?

- ¿Te amo?

- Sí - sonrió - ¿O es mucho para ustedes?

- Yo...no lo sé.

- Está bien. Vayan a su tiempo, nadie los está apresurando, Erick - acarició mi cabello - Ve a tú oficina, yo me encargo de marcar tú llegada - se ubicó en el lugar de recepcionista, asentí y subí al ascensor.

- ¿Te amo? - me pregunté a mi mismo. Era cierto, Christopher y yo siempre nos decíamos "Te quiero" o "Te quiero mucho" pero nunca un Te amo.

"Me gustaría decírte algo especial. Aún no"

Recordé lo que dijo Christopher el Sábado antes de que me fuera de su casa, ¿Se habrá querido referír a eso?

Las puertas se abrieron, sacudí mi cabeza antes de bajar y dirigirme a la oficina de Joel.

- Ey, hola - saludé.

- Hola, ¿Cómo estas?, ¿Bien?, sí, yo también - habló sin quitar la mirada de su laptop y me extendió un folio - Este es especial, lo acabas y se lo llevas al Jefe - aclaró.

- Bién - lo tomé y salí.

Durante el primer tiempo de descanso decidí ír a la cafeteria. Compré un café y me senté en una de las tantas mesas a disfrutarlo tranquilamente.

Observé a Christopher bajar del ascensor con velocidad y a un chico de cabello rubio ondulado, piel pálida con unos hermosos ojos azules y unas largas pestañas caminar en dirección a mi novio.

Ambos se abrazaron como si sus vidas dependieran de ello.

De algún modo sentí mi corazón contraerse y una incómoda presión en mi pecho.