Capítulo 13

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- ¿Q-qué haces aquí? - preguntaron a la vez.

- Iba a tomarme un café y llamarte ¿y tú? - dijo Aston, todavía asombrado por su encuentro.

- Quería tomarme un capuccino y leer hasta que me llamases, aunque ya veo que no hace falta. - respondió Sarah. Lo que menos esperaba era encontrarse con Aston aquí. Menos mal que no entró su padre, que es muy estricto en eso.

- Ya veo... ¿Me puedo sentar? - preguntó Aston, señalando al sitio de enfrente de la chica. Quería verla bien.

- Cla-claro, donde quieras.

Y se sentó justo enfrente para observarla como había hecho antes, cada movimiento, cada detalle... Le gusta, ya no le cabe duda. Ahora la tiene que conquistar a ella, aunque no cree que sea fácil. Esa chica tiene algo especial que la hace diferente, aunque no sabe el qué. No es como las otras chicas con las que había estado, ni mucho menos. Ella es más tímida, aunque eso la hace encantadora. Ella es más inteligente, aunque eso la hace interesante. Ella es todo lo que soñaba en un chica aunque no creía que fuera posible. Es como si estuviera viendo a un ángel, brillaba y todo. Sí, definitivamente, le gusta.

Nota que la está mirando y se ruboriza. Aunque ya la ha observado así varias veces, todavía nose acostumbra. De hecho, ese chico la ha mirado más hoy que todos los de su antiguo instituto juntos. Aunque no sabe qué mira. Ella no se considera atractiva, y mucho menos para Aston, que podría presentarse a Míster Univrso y ganarlo. Aunque ella no mira mucho su cuerpo, nota los músculos definidos tras esa camisa negra. No lo mira mucho porque sus ojos le ocupan toda su atención. Esos ojos azules, como las olas del mar. Se podría perder en ellos, si quisiera. Aunque ella no se fija mucho en el físico de las personas. Le parece un chico muy inteligente y atrevido, eso le encanta de él.

- Eres preciosa, ¿te lo habían dicho antes? - interrumpió Aston sus pensamientos con una sonrisa.

- ¿O- otra vez c-con eso? - de nuevo, las mejillas encendidas. ¿Por qué lo repetía? No estaba acostumbrada a que le digan tantas cosas bonitas en un día. ¿De verdad le parecía preciosa?

- No me cansaría de decírtelo. Nunca. Porque lo eres. Además de inteligente, interesante, encantadora, amable, humilde y muchas cosas más, eres presciosa. - le dijo sinceramente Aston. Le encantaba que se pusiera roja por cualquier cumplido que le dijese. Bueno,en realidad le encantaba todo que fuese sobre ella.

- Me estás tomando el pelo - respondió Sarah, todavía roja.

- Ojalá fuera así para que no me tuvieras tan colado por ti pero, desgraciadamente para mí, no es así y me has enamorado con esa dulzura tan característica de ti. Ahora no te puedo quitar de mi cabeza, y cada minuto que pienso sobre ti, me enamoras más. Y voy a hacer todo lo que pueda para enamorarte a ti también.

- No hace falta, porque ya lo has hecho.

Eres preciosa, ¿te lo habían dicho antes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora