Capítulo 15

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- Papá, ya estoy en casa. Al final me he venido en autobús. - grita Sarah, para que se haga oír a través del ruido de la televisión.

- Vale cariño - responde la voz grave de su padre.

Entra en su habitación y se tumba en la cama, cerrando los ojos para recordar lo que pasó hace unos minutos.

Hace unos minutos, en un autobús...

- ¿De verdad que no te importa venir en autobús conmigo? - pregunta Aston.

- Claro que no, de todas formas tendría que esperar a mi padre y no quiero hacerle venir a estas horas. - responde con una sonrisa.

Otra vez esa sonrisa. Otra vez. Y de nuevo, no puede dejar de mirarla. Se fija en un lunar que no le había visto antes, al lado del ojo izquierdo. Le encanta. Todo de ella, en realidad. Desde ese pequeño lunar hasta sus ojos. Simplemente todo.

- ¿Te pasa algo? - pregunta ella.

- Sí, me pasa que no puedo dejar de mirarte, me tienes loco. Loco por ti. - respondió, mirándole a los ojos. - Eres tú lo que me pasa. Porque solo tengo ganas de besar esos tiernos labios y coger esos delicados dedos, pero me contengo, aunque creo que explotaré como sigas sonriendo.

Sarah sonrió más abiertamente y poniendose de puntillas le besó ligeramente los labios.

- Mantente con eso por ahora. Aquí me bajo. Hasta el lunes. - se despidió la chica.

¿Le ha dado un beso o es un sueño? No, le ha dado uno. ¡SE LO HA DADO! Ha sido el beso más corto pero más especial que le han dado, aunque no le han dado muchos. Dios, la ama. Cada minuto más que el anterior. Sí, esto ha sido un flechazo.

Eres preciosa, ¿te lo habían dicho antes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora