-maldición.... me muero de hambre y no hay nada- suspiró con molestia cerrando la puerta de una alacena.Era lógico que no tuviera comida, había llagado ayer en la tarde y no compro nada, tomó algo de dinero que su padre le había dado y se dirigió al súper mercado, aunque sabe cocinar, no es algo que disfrute hacer, así que solo compro cosas rápidas, sopas instantáneas, comida congelada, huevos, jamón, tocino, muchas frutas y verduras al igual que mucho pan y galletas, su padre sabía cuanto tiene que comer, así que no se molestará por el gasto en la comida.
Al regresar a casa encontró una carta que al parecer había sido deslizada por la puerta, dejó todo lo que compro en su pequeña cocina y recogió la carta. Al abrirla encontró un dibujo de U.A totalmente destruida, con las manos temblorosas le dio la vuelta al dibujo.
-falta poco- se le heló la sangre y con dificultades pasó la saliva.
No pensaría en eso ahora, rompió la carta y la tira a la basura, preparo una sopa instantánea y la acompaño con huevo y algo de pan.
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Hoy había llegado a tiempo a la escuela, tal vez demasiado temprano, era la primera en llegar, así que estaba sola, unos minutos después llego su pecoso vecino de lugar.
-buenos días Takahashi-san- saludó un poco nervioso, aún le costaba hablar con chicas.
-buenos días Izuku, llámame Shirayuki por favor- le dedico una sonrisa que junto a su cabello despeinado la hacía ver adorable, provocando un ligero sonrojo en el joven.
-esta bien S-Shirayuki-chan- la chica sonrió satisfecha.
-oye... Izuku- realmente quería saber más de ese chico, además, no tiene nada que perder.
-¿que sucede Shirayuki-chan?-
-¿conoces a ese chico de mal carácter, Bakugou?- muchos creían que ella era grosera, nunca usaba honoríficos a no ser que fuera alguien que lo mereciera.
-ummm, se podría decir que éramos conocidos de niños- respondió rascando su mejilla.
-¿Siempre a sido así?-
-si- la albina sonrió, pero que carácter más curioso.
Los demás estudiantes comenzaron a llegar, incluyendo al ojirojo malhumorado, lo miró y le sonrió. El rubio solo la ignoro.
Durante toda la primera clase la albina examinó al rubio, afortunadamente se sienta frente al pecoso, quedando perfectamente en diagonal a ella, cabello rebelde, igual que el de ella, ojos carmines, igual a los de Natsuki y su padre, un semblante serio pero relativamente relajado, claro, pera ser él, es buenmozo, no puede negarlo.
La primera clase llegó a su fin, la albina se levantó a tirar la basura del sacapuntas, al regresar golpeó accidentalmente al rubio en el hombro.
-¡¿qué demonios crees qué haces maldita extra?!- dijo irritado con un tono elevado de voz mientras se levanta de su asiento.
-tú... ¿me cabás de decir extra?, ¿que rayos significa eso?- poso sus manos en su cadera con la mirada en alto.
El rubio es bastante más alto que ella, por poco más de una cabeza, así que levantó la mirada.
El más alto tenía una mirada de furia junta a una expresión atemorizante, aunque la albina ni se inmutó, después de todo, solo es un aspirante a héroe más.
-¿ACASO ERES ESTUPIDA FENÓMENO DE CIRCO?- su expresión se volvió aún más furiosa.
*realmente se puede fruncir tanto el ceño* pensó la albina.
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Bakugou y tú Doble cara
Random-oye fenómeno de circo -.... -deja de desprender ese extraño color morado -morado? ------ -Bakugou... -y ahora qué quieres? -tengamos una cita... ------ -oi Katsuki -qué sucede? -creo que te amo ------- -lo lamento mucho Katsuki -jamás habría pensa...