¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
E A R T H K I L L S
• • •
«Así que cien delincuentes fueron llevados a la Tierra pensando que era inhabitable. Qué loco, ¿no?»
Gracias a Clarke, Shailene ya conocía su historia. Sabía del Arca y del canciller que los lideraba. No entendía el porqué Clarke decidió contarle su vida y la de la gente del cielo. Siempre supuso que se lo explicó para ponerla en situación.
La morena seguía estando atada mientras Clarke le contaba su historia. Afortunadamente, pudo acabar de explicárselo todo, ya que después vino un Bellamy algo pesaroso. ¿Ese chico siempre iba a estar interrumpiendo?
Se sentó a un lado de Clarke y le entregó una mirada seria a la castaña, aunque él y ella sabían que profundamente había algo de arrepentimiento en su mirada. Era evidente que él no quería mostrarlo.
En ese momento fue cuando Shailene se replanteó lo que estaba haciendo. Ese idiota quería dejarla sola en aquel bosque, después la dejó inconsciente para luego atarla y no dejarla salir durante un día entero.
«¿De verdad soy lo suficientemente estúpida como para ayudarlo a sobrevivir de los terrestres, después de lo que me hizo? Supongo que sí.»
—Queremos que nos hables sobre ti, sobre los terrestres —espetó el musculoso serio yendo al grano, con algo de nervios y con un tono de voz desesperado. Clarke lo miró incrédula y él le devolvió una mirada confusa. Después, miró de nuevo a Shailene—. ¿Cuántos sois? ¿Por qué te secuestraron?
Shailene bajó la mirada. A pesar de que los dos jóvenes la tuvieran en frente, no se percataron de que la ojigrís estaba confusa. No sabía qué hacer, ¿decir la verdad, o mentir? Debía hacer una elección rápidamente.
La castaña levantó la mirada y decidió ser algo sincera con los muchachos. Si ellos habían confiado en ella con el riesgo de llevarla a su campamento, ella debía confiar en ellos y ser humilde. Al menos eso era lo que ella opinaba.
—Hay... distintos clanes —comenzó a explicar con un tono calmado. Llamó la atención de los jóvenes, así haciendo que la miraran expectantes. Era verdad que aquella era la primera vez que Bellamy la escuchaba hablar—, como unos pueblos. En cada uno hay un comandante, un líder —un silencio corto se presentó entre ellos—. Lo que pasa es que... no hay clanes buenos ni malos. Sino que hay algunos que están enfrentados, como el de mi clan y el de esos terrestres.
«No digas los nombres de los clanes. No des tanta información, solo la necesaria.»
—Por eso, los terrestres me secuestraron al verme. Llevan años queriendo iniciar una guerra con mi clan. Así que secuestran a mi gente, pensando que mi líder hará algo.
