«24» Poesía visual.

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Existen madrugadas en las que tu voz navega por rincones
que incluso yo, quien vive a través de sueños,
pensaba inexistentes,
y resuena a tal punto que esconde el sonido de cada tormenta,
logrando que no consiga oír absolutamente nada más.

Existen madrugadas en las que tus ojos se convierten en estrellas,
brillás sin consciencia,
llevás el mundo (o quizá sólo el mío) en tus manos sin que haya de por medio una ciencia.

Existen madrugadas en las que te transformás en poesía visual,
dándome el consentimiento de leerte a distancia,
de conocer tus estrofas y corregir tus versos,
de saberte inmortal.

Existen madrugadas en las que simplemente te escribo
con la esperanza y la falta de certeza
de que mis infantiles letras algún día pasen por tu mente
y recorran cada pequeño sector que te compone,
atravesando muros, barreras,
quebrando límites y desobedeciendo leyes,
viviendo en base a la libertad sin prohibiciones.

Existen madrugadas en las que puede que te quiera de más
(ésta es un claro ejemplo)
y tal vez te regale más versos que miradas,
más palabras que hazañas,
pero hay madrugadas en las que sólo busco escribirte,
vaciar mi cabeza de vos por un instante,
darte todo hasta quedarme sin nada,
brindarte mi paz y mi paciencia
y verte como una constelación traída a tierra.

La metáfora de las estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora