Capítulo 2. "Para ser sorda".

5.8K 381 71
                                    

Llegaron al hotel sintiéndose en la cima del mundo, con sonrisas gigantescas adornándoles el rostro. El concierto había sido un éxito total.
Luego de Midnight Memories las chicas habían reaparecido en el escenario, y ambas bandas charlaron al público unos minutos. Ellas cantaron Since U Been Gone mientras los chicos iban de aquí para allá por el escenario, y después se invirtieron los papeles, ellos cantando Alive y ellas yendo de aquí para allá, haciendo pasos de baile extraños y bromeando juntas.
Fueron tomando confianza con cada canción que pasaba, y para la mitad del concierto, ya se mezclaban entre ellos mientras cantaban. Incluso cantaban los coros de algunas canciones juntos, y terminaban pareciendo una sola banda.
Finalizando el concierto, Niall intentó derramar una botella de agua en Liam, pero terminó empapando a Dannia. Así inició un juego entre todos, que constaba en derramar agua al primero que se te pase por delante.
En un par de ocasiones los chicos o las chicas tropezaban con Harry o Aria, haciendo que chocasen accidentalmente -o no tan accidental-. Ambos lo dejaron pasar, y se evitaron.
- ¡Chicas, por acá! -las llama Molly, en medio de la recepción del hotel, junto a Paul. Cuando las chicas comienzan a andar, Aria tomando a Max de la mano, Paul se dirige hacia los chicos, dándoles una sonrisa amable a las chicas cuando cruzaron por su lado.
- Chicos, felicitaciones de nuevo -les dice Paul, y ellos agradecen-. De acuerdo, tienen tres habitaciones, así que dormirán en parejas, excepto por uno -les entregó las llaves de las habitaciones a Zayn, Louis, y a Niall-. Mañana partiremos a Mánchester a las ocho de la mañana. ¡Por favor, duerman! -les pidió en tono paternal- Después estarán agotados en el concierto.
- Lo tenemos bajo control -aseguró Liam-.
- De acuerdo. ¡Ah! Y Zayn -lo observa fijamente-. Tú en tu habitación, Dannia en la suya. ¿Entendido? -Zayn alzó sus manos en el aire.
- Calma. -Paul alzó las cejas- De acuerdo. Puedes ir en paz.
- Buenas, noches chicos.
Paul se retiró justo cuando las chicas regresaban. Molly les había dado la misma información que Paul a los chicos, advirtiéndole lo mismo a Dannia.
- Max -dice Louis-, ¿te gustaría jugar el videojuego nuevo que compré? Es de fútbol y...
- ¡Sí! -dice el pequeño, emocionado.
- ¡Genial! No tengo compañero de habitación, puedes quedarte conmigo si quieres -le dice Louis sonriendo. Max observa a Aria, pidiéndole permiso.
- Por supuesto que sí, cielo, no tienes que pedirme permiso para eso -le dice Aria, con una risita, desordenando el cabello de Max.
- ¡Sí! -le dice Max a Louis. Louis coloca su puño enfrente de Max, y Max lo choca con el suyo.
- Te lo entregaré vivo y completo -le promete Louis a Aria.
- Eso espero -bromea-. Estoy algo cansada, así que ya me voy, ¿con quién dormiré? -le pregunta a las chicas. A Dannia se le prendió el foco. Observó a Zayn, a Harry, y luego a Aria.
- ¡Conmigo! -dice, y le entrega la llave de la habitación- Ten, yo iré luego.
- Vale -acomoda el bolso en su hombro-. Duerman bien, hasta mañana -se despide, da un beso en la frente a Max, agita su mano hacia todos, y se encamina al ascensor.
Harry la observó irse. Él había pensado que ella se mostraría incómoda al hablar con él, o que lo ignoraría por completo. Pero no fue así. Cuando se encontraron en Wembley, ella lo saludó a él y a los chicos con un beso en la mejilla, y lo trató como si fuese cualquier otra persona. ¿Cómo es que podía engañar a alguien durante casi un año, y luego actuar con tanta normalidad? Aunque estaba aún enojado, hizo exactamente lo mismo que ella: la trató como si fuese cualquier otra persona.
Y así sería por el resto de la gira.
Y del año.
Quizá de la década también.
- Hey, Harry -Zayn le palmea su espalda-, nos toca compartir habitación.
- De acuerdo. Solo recuerda que no soy Dannia -bromea. Aunque no tan de broma.
- ¡Eso sólo fue una vez!
Una vez en la habitación, Aria se desplomó en una de las dos camas. Estuvo alrededor de veinte minutos recordando el concierto con una sonrisa boba. Había sido todo tan... genial, perfecto, fantástico. Aún sentía los gritos del público. Aún sentía la emoción de estar en el escenario. De arrodillarse y agitar la cabeza con el sonido de la guitarra.
Suspiró, feliz. Si así sería el resto de la gira, no le importaba para nada no dormir y hacer dos conciertos por noche. O tres. O diez.
Su estómago rugió, recordándole que no había comido nada desde el almuerzo. Sopesó unos instantes si debería llamar o no para ordenar servicio a la habitación. Ya era más de media noche y le apenaba poner a trabajar a los cocineros a ésta hora. Pero su estómago insistió.
"No debes pasarte las comidas" la voz de Caitlin surgió en algún rincón de su cabeza. Había estado a punto de desmayarse de nuevo, hace unas semanas, por olvidarse de desayunar. Caitlin la obligó a contarle, y desde que lo hizo, había estado vigilando que desayunara, almorzara, y cenara. Aria lo había hecho de buena gana, se había prometido a sí misma -y a Caitlin- que se preocuparía por su salud.
- Sí, una pizza, por favor -dijo al teléfono. Vale, la pizza no era súper saludable, pero ¿a quién le importa? Es comida y punto-. Y té helado, de durazno... sí, es todo... De acuerdo, muchas gracias.
Cortó la llamada y se acercó a su equipaje para buscar un pijama y su albornoz de seda roja (sí, había comprado uno. Se veía tan suave que no pudo no comprarlo). Luego de darse una ducha, ató su cabello húmedo en un moño, se colocó su albornoz, y salió del baño.
Dio un saltito cuando se encontró con Dannia y Zayn, sentados en la cama, observándose fijamente.
- Hola, Aria -saludó Zayn.
- Hola -saludó, aún de pie fuera del baño.
- Te estábamos esperando -dice Dannia, y Aria pensó que sólo le faltaba un gato en el regazo al que acariciar, como en las películas.
- ¿Ah, sí? -preguntó confundida, caminando hacia su cama.
- Sí... yo... bueno... nosotros nos preguntábamos si...
- ¿Sí...?
- ¿Podrías hacer un intercambio con Zayn? -preguntó Dannia, con ojos suplicantes, juntado sus manos. Zayn imitó a Dannia.
- ¿Qué?
- Ósea, dormir en la habitación de Zayn, y que él duerma aquí -explicó, con los ojos del gato con botas.
- Ah, claro -sonrió-. No hay problema. Sólo cuiden que Molly no los descubra -se ríe mientras toma su bolso. Dannia y Zayn sueltan una risita nerviosa. Aún no han llegado a la parte difícil-, ¿Hay algún problema si dejo mi equipaje aquí?
- No, tranquila -le dice Zayn, sonriéndole-. Gracias, de verdad. Disculpa que...
- Nah, no me molesta -mueve la mano, sin darle importancia-. ¿Con quién compartes habitación? -cuelga su bolso en el hombro- ¡Ah, por cierto! Ordené una pizza. Puedo llamar para que la lleven a la otra habitación o si tienen hambre puedo pedir otra, tampoco me molesta.
- ¡Sí! -dice Dannia, pues, su estómago también comenzaba a pedirle comida.
- La habitación es la ciento veinte, está en éste mismo pasillo -indica Zayn, entregándole la llave. Aria asiente, con una sonrisa amble-. Y... bueno, es Harry.
La sonrisa cae.
- Oh... no. Escuchen -suspira-, ustedes son adorables, los shippeo y todo, pero no hay manera en éste universo de que yo comparta habitación con....

Tr3sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora