Ya sé ya sé, me tardé. LO SIENTO, PERO ME INSPIRÉ EN ALGO Y SE ME PASÓ EL TIEMPO. Bueno, aquí está:
– ¡Yo no he asesinado a nadie! ¡Tienen que creerme! –chillaba Nicole a la policía.
– Eso dicen todos –dijo el policía antes de meterla en la patrulla.
– ¡Liza! ¡Liza, vamos, tú eres mi hija! ¡Diles que yo no haría eso! –suplicó sacando la cabeza nuevamente.
– Tú no eres mi madre –contestó Liza. Nicole chilló mientras la metían nuevamente en la patrulla.
– Según su expediente –dice el detective a cargo del caso–, Nicole Dall estuvo en un orfanato de Londres hasta los catorce años, y a partir de los dieciséis estuvo internada en un hospital psiquiátrico aquí, en Roma, durante cinco meses. Pero escapó.
– ¿Por qué estaba en el hospital? –preguntó Harry.
– Fue diagnosticada con trastorno esquizoafectivo por sus episodios recurrentes de bipolaridad, que cursan en todos los casos con síntomas psicóticos severos. Los doctores llegaron a la conclusión de que desarrolló por completo el trastorno por el abandono de sus padres a temprana edad. Ella dependía emocionalmente de sus hermanas, y pues… –el detective dejó colgando la frase.
– ¿Qué harán con ella? –preguntó Joshua, aparentando que entendió todo lo anterior (después lo buscaría por Google).
– La llevaremos hacia el hospital psiquiátrico, reforzaremos esta vez las medidas de seguridad, y permanecerá allí hasta el día del juicio. –responde– ¿Alguna otra pregunta?
– No, eso es todo –responde Liza– Gracias, detective.
– A su servicio –se despidió con un asentimiento de cabeza, y se fue.
– Sabía que estaba mal de la cabeza –dijo Joshua.
– Siempre lo sospeché –dijo Liza– Por Dios, estuve toda mi vida al lado de alguien que planeaba asesinarme luego de matar a la que resulta ser mi hermana melliza pero no tenía ni idea…
– Hablé con Lauren y Simon –dijo Harry–, están tomando un vuelo hacia acá ahora mismo. También los padres adoptivos de Aria vienen hacia acá. Espero que alguno pueda hablar con ella –suspiró, y los tres voltearon a ver a Aria.
Se encontraba en el puente, con los brazos apoyados del muro, observando a nada en concreto. No había querido hablar con nadie después de lo ocurrido, y había pedido estar sola. A Harry le preocupó que se estuviese cerrando nuevamente y comience a ocultar cosas, pero después entendió que todo se debía a Teo.
Nicole había tocado un tema extremadamente sensible para ella. Había golpeado su punto débil.
– Voy a hablar con ella –declaró Joshua.
– No quiere hablar con nadie –dijo Liza.
– Lástima, porque va a hacerlo conmigo –dijo, y avanzó. Camino hacia Aria, y cuando llegó, se quedó en silencio, sin saber cómo iniciar la conversación. Se decidió por aquella frase que ambos dijeron el día en que se conocieron:– Y el león se enamoró de la oveja.
Aria volteó a verlo, y sonrió.
– Qué oveja tan estúpida.
– Qué león tan enfermo y masoquista –se apoyó del muro junto a Aria– Así que, ¿vas a hablar conmigo, Campanita?
– Joshua… –dejó la frase colgando en el aire. Joshua suspiró.
– Entonces vas a escucharme –colocó con cariño un mechón de cabello detrás de la oreja de Aria– Todos, absolutamente todos pasamos por momentos trágicos y difíciles en nuestras vidas. El problema es que no todos encontramos la manera de superar esos momentos; no encontramos la manera de perdonar, y olvidar… ¿Quieres que te cuente mi momento trágico y difícil? Bueno, pues, toda mi vida a partir de los cinco años fue trágica y difícil. ¡Tenía una familia! Tenía papá, mamá, abuelos, hermanas, tíos, primos... ¡Y Nicole me separó de todos! ¡Me obligó a llamarla madre! ¡Incluso me obligó a cambiar mi nombre! “A partir de ahora eres James”. ¡Já, no perra! Nunca le obedecí y siempre me presentaba como Joshua (que tampoco era mi nombre real, pero no era el que ella me dijo y eso es todo lo que importa). A los quince años ya podía valerme por mí mismo, así que me revelé, y la dejé (y cogí algo de su dinero y joyas: ella me robó mi vida, yo le robo sus cosas, KARMA PERRA). El punto es que sus joyas en realidad tenían mucho valor, y bueno, logré comprar un departamento en Roma. Mi sueño era encontrar a mi familia, pero no iba a hacerlo sin dinero, así que comencé a trabajar…
Joshua dejó de mirar a al horizonte, y volteó a mirar a Aria, que lo observaba con una pequeña sonrisa en el rostro. Joshua le devolvió la sonrisa.
– Mi sueño era encontrar a mi familia… y la encontré. Tú. El inútil de Harry. Max. Tía Isabel. Kathie. Louis, Liam, Sussan, Ed, ¡incluso el perro con nombre raro!
– ¡Quileute! –rió Aria.
– ¡Eso! –Joshua rió con ella– Tengo una familia ahora. No, son los padres con la abuela y todo eso. Pero, es una familia. Eso fue lo primero que pensé cuando te vi con las chicas, eran tan unidas… una familia. Tienes un tesoro, Aria, ¿crees acaso que Louis va a dejar de intentar juntarte a ti con Harry, incluso cuando están juntos? ¿o que Niall va a dejar de enviarte mensajes para que des like a sus selfies? ¿o que las chicas van a dejar de hablarte por siquiera un día? –Joshua negó con la cabeza– Es para toda la vida, nena. Cuando estés vieja y gorda (y Harry calvo), va a estar Kathie a un lado (comiendo), Sussan al otro lado (en alguna red social), Ed tocando guitarra, Max hablando de Harry Potter a tus nietos, Niall tomando selfies, Caitlin riendo contigo de alguna bobada, Louis presumiendo lo genial que es… y Quileute con incontinencia por viejo, como aquel perro de “Papás a la fuerza”.
Aria rió.
– Tienes un tesoro para toda la vida, campanita. Y ahora me siento como la persona más afortunada del mundo por poder compartir ese tesoro. Porque, sí, yo voy a estar también en esa reunión de viejos, peleando con Kathie, insultando a Harry, contándole a tus nietos lo estúpidos que eran (así como Titanic cuando Rose le cuenta a los otros la historia).
– Eres especial, Joshua. Muy especial y único –Aria abrazó a Joshua, y Joshua le devolvió el abrazo con una sonrisa– Entonces, ¿estuve odiando a Liza y a Nicole por la razón incorrecta?
– ¿Eh?
– Me dijiste que tu madre y tu hermana te echaron de la casa porque eras gay.
– OOOOHH, sí, bueno, ese pequeño detalle… –rió nerviosamente– ¿Recuerdas lo de perdonar y olvidar? Bueno, yo… no soy gay.
Aria rompió el abrazo de inmediato.
– ¡¿Dafuc?! ¡¿Me mentiste todo este tiempo?!
– ¡Oye, era eso o que Harry coloque una orden de alejamiento! –resopló– Ese tipo es muy celoso y yo soy demasiado sexy.
– ¿¡Y qué cuando se entere de que no eres gay?!
Joshua se rió.
– Por Dios, pero si eres la única que no se había dado cuenta, ¡todos saben que no soy gay!
– ¡¿Dafuc por dos?!
– Bueno, tú y Kathie –Joshua rodó los ojos– Amo a esa chica pero ella me ve como su mejor amigo gay y no quiero desilusionarla.
– ¡¿DAFUC POR TRES?! ¡¿QUE TÚ QUÉ?!
– ¡Que amo a Kathie! ¡La amo! ¡Es hermosa! ¡Es chistosa y divertida! Y ¡puede comer más que ningún otro ser humano en el planeta! Ella es… –suspiró– perfecta.
– Yo… creo que hoy me he enterado de más cosas que en toda mi vida. Esto es definitivamente peor que cuando me enteré de que Santa no existía.
– Oh, eso nos traumó la infancia a todos… –suspiró Joshua.
Ambos se quedaron viendo al frente, apoyados del muro del puente. Algunas personas que pasaban por ahí (ya era de día) se quedaban a ver qué ocurría por la policía y todo el rollo.
– Oye –Aria frunció el ceño–, dijiste que Joshua no era tu verdadero nombre, ¿no?
Él sonrió, sin voltear a verla.
– Así es.
– ¿Cuál es, entonces?
– ¿Recuerdas lo de perdonar, olvidar, avanzar, no golpear, no agresividad, mucho amor y paz?
– … ajá.
Él volteó a verla esta vez, con una gran sonrisa.
– Mi nombre es Teo.
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Tr3s
FanfictionAria es fuerte, independiente, talentosa y... orgullosa. Harry es amable, trabajador, talentoso y... cabezota. La gira Free Direction inició, y a ambos les gusta mucho demostrar lo bien que están el uno sin el otro. La naturaleza competitiva entre a...