Han pasado las horas nadie se ha movido de aquí, excepto Fernanda, desde que colgó la llamada que tenía... No ha vuelto a aparecer. Estoy muy cansada, al igual que todos, al igual que mis hijas.
–Debemos irnos, necesitamos descansar... –Ariane bosteza y me mira.
–Vayan ustedes, yo me quedaré...
–Leyla, necesitas descansar, si quieres faltar a tu trabajo esta bien, pero debes dormir un poco...
–Dormiré cuando sea necesario... Gracias, Ariane–ella se calló y se fue en busca de Fernanda.
–Mamá.... –Alexis me mira–mi papá despertó...
Andrés Rojas.
–No vas a ir a ninguna parte, ¿no te bastó con que te hayan puesto unas esposas por que eras sospechosa de un delito? ¿Qué tienes en la cabeza mujer?–Fernanda insistía en qué le dé las llaves de mi auto.
Yo sé perfectamente que es capaz de hacer cualquier cosa que la ponga en riesgo, y no quiero eso para ella.
–Solamente quiero ir a la casa para saber si todo está en orden... –sigue insistiendo.
–No.
–Me iré caminando...
–Como quieras, pero al menos no tendré en mi consciencia que te apoyé en esto.
–Ni siquiera sabes que está pasando, estas tan metido en tu trabajo que ignoraste el hecho de que estoy...
–¿El hecho de que estas... Qué?
–Nada, olvídalo. Será mejor que me vaya... –dio media vuelta y comenzó a caminar.
–FERNANDA, ESPERA... –intenté alcanzarla pero ella ya había salido del establecimiento, avancé un par de cuadras...no la encontré.
Volví al hospital preguntándome qué era de lo que ella hablaba, no tenía sentido porque todo empezó desde el accidente de Bill, y eso fue ayer, no creo que haya pasado algo más en el transcurso de esas horas, a menos que haya sucedido mientras ella estaba en la celda, o el motivo para que haya estado ahí sea lo que quería decirme....NO ENTIENDO NADA.
-Andrés..
-¡¿QUE?!-grité mirando a la izquierda, me calmé cuando me di cuenta que era Ariane- Perdón...estoy preocupado.
-¿Que pasó?...
-Nada...-luego hablaría con ella-¿Que querías decirme?
-Ah...¿Sabes dónde está Fernanda?
-Acaba de irse, supuestamente a nuestra casa para saber si todo estaba bien, me pidió las llaves de mi auto pero yo no quise dárselas porque sé que va a hacer algo, la vi alterada y...
-¿Estás seguro que se fue a su casa?-empieza a hacer crujir los huesos de sus dedos.
-No, y de eso es de lo que tengo miedo, estaba alterada, no sé por qué, no me lo dijo. ¿Tú no sabes algo?
Negó con su cabeza y miró a otra parte, estaba mintiendo...
-Iré a buscarla, te llamaré en cuanto sepa algo-se alejó sin darme tiempo a decirle algo más.
Leyla Mendes.
-No te va a pasar nada malo, mi amor...-el miedo se apoderó de todo mi cuerpo cuando Bill sonrió débilmente y luego comenzó a toser.
-Váyanse, por favor-nos dijo Ricardo mientras hacía sonar el pequeño timbre que llama a las enfermeras.
Salimos de la habitación, Andrea y Kendall lloraban mientras se abrazaban, Alex me miraba mientras se mordía las uñas, solté un suspiro intentando calmarme, si yo me ponía mal...no ayudaría a que mis hijas se calmen.
-Nenas...por favor cálmense, su papá va a estar bien, solo está débil y por eso necesita que ustedes sean fuerte por él-me miraron y suspiraron levemente-Iré por café...¿quieren?-las tres asintieron.
Me encaminé hacia la cafetería, al llegar me di cuenta que no había nadie mas que un hombre, a quien solo podía verle la espalda, ignoré su presencia y me acerqué para pedir los cafés, mientras esperaba me senté cerca de la puerta.
Saqué mi celular para revisar las notificaciones, después de unos segundos sentí que movieron la silla que estaba enfrente de mí. Levanté la mirada y por un momento sentí que todo dejó de moverse, mi corazón dejó de palpitar por una milésima de segundo, volviendo a palpitar más rápido de lo normal.
-Hola...-Cahil estaba sentado frente a mi.
Fernanda Anderson.
Cerré la mochila que tenía, cuando terminé de revisar que todas las ventanas y puertas estén bien cerradas fui al garaje y dejé ahí mi celular, tenía uno de repuesto, suspiré y me dispuse a salir de mi casa.
Subí a mi auto deseando que todo salga bien, en cuanto encendí el motor unos golpes en la ventana me asustaron, Ariane me miraba enojada.
-Eh...hola...-dije mientras bajaba la ventana.
-Baja del auto ahora mismo...
-No puedo.
-¿Que? ¿Pegaste tu culo al asiento? Baja-noté como apretaba la mandíbula.
-Bueno...pero retrocede para que abra la puerta-ella se movió y yo arranqué, cambié de caja y fui mas rápido, escuché como Ariane me gritaba.
-¡¡OYE, HIJA DE TU MADRE!!-miré por el retrovisor y vi como se subía a su auto y empezaba a perseguirme.
Giré a la derecha y aceleré, en la primera esquina giré a la izquierda, luego a la derecha, estaba en la dirección correcta, alargando mi camino, pero correcta, no quería involucrar en esto a Ariane, a nadie en realidad.
-Esto está mal...debí decirle a alguien...si me sucede algo nadie va a saber qué me pasó o dónde estoy.
Revisé mi bolsillo y saqué el celular que tenía, ese tenía un número privado, y no tenía la opción de ubicación, suspiré al darme cuenta que Ariane ya no me seguía, puse música y comencé a relajarme un poco.
Mientras cantaba i don't wanna be you anymore me sentía extraña, tenía la necesidad de llamar a alguien para poder hablar de lo que está pasando.
El celular que tenía comenzó a sonar, era una llamada de un número desconocido, es extraño ya que nadie tiene este número, es más, creo que nadie sabe que tengo otro celular.
-¿Quien habla?-intenté no sonar tan confundida.
-Fernanda...-la voz de Leyla hace que me estremezca completamente-donde sea que estés...por favor vuelve.
-¿Que sucede?
-Cahil está aquí, en el hospital, junto a mí...-frené y presté más atención a lo que me decía- hola Fer...-la cínica voz de Cahil hace que me altere.
-Hijo de puta ¿como conseguiste mi número? ¿Por qué sigues con esto? no seas inmaduro, carajo...
-La inmadura eres tú porque todo quieres solucionarlo con violencia...
-Porque eres tan ridículo que ni así entiendes...
-No me provoques nena...ya sabes que puedo hacer cualquier cosa...
-¿Y a mi que me importa? ¿Ahora que pretexto buscaste para acercarte a nosotras otra vez?
-Pues tu amiguita Leyla...volvió a verse con el tarato de Leonardo.
-¿Es en serio? ella está casada con otro...lo quiere y tiene tres hijas con él...
-si tan solo supieras lo que yo sé...hay algo que aún los une...y creeme que me voy a deshacer de ella...
-Ay, por favor... a Leonardo lo odia, ya déjanos en paz... no creí que llegaras a ese grado de inmadurez-escuché un pequeña pero malévola risa de su parte, quedé en silencio y escuché que Leyla gritaba que por favor se detenga.
-Sé que si Bill se altera...puede darle un infarto, Despídete de él...
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Mi Oscuro Pasado (3° temporada) ✔
Jugendliteratur¿Esto no acaba? ¿Siguen buscando venganza? Nadie de esta generación tiene idea de lo que les espera por su pasado, sus padres no quieren que ellos sepan "por su bien" aunque ellos pasarán por problemas peores que los de sus hijos pero ellos son los...