Mi Oscuro Pasado (3° temporada) ✔

Cap. 55 (3° temporada)

Leyla Mendes.

-¿Quieres ir a comer algo?-dijo mi esposo mientras acariciaba mi cabello.

-No tengo hambre aun, pero gracias-sonreí, aunque no podía ver mi rostro.

-Bueno, en cualquier momento me llamarán para que vaya a la reunión de hoy.

-¿Quieres ir por un helado con las chicas?- me acomodé para mirar sus ojos.

-Pensé que no querías-solo levanté mis hombros, esa fue mi última respuesta, luego nos levantamos.

Toda esta semana había sido algo cansadora porque Alex aún tenía pesadillas, Kendall a veces camina dormida. Además, saber que Fernanda tenía crisis en cualquier momento me tenía inquieta, no podía verla porque ella aún se altera al ver a Alexis, piensa que sigue en peligro, pero quizás hoy vaya sola a verla.

-Listo-vi a Bill bajar y detrás estaban mis tres hijas con una sonrisa dispuestas a ir por helados.

De camino a la heladería íbamos cantando ciertas canciones, todo iba bien hasta que Bill susurró que una camioneta nos estaba siguiendo. No dije nada porque alguna de mis hijas podía escucharlo, él aceleró, como las tres estaban distraídas cantando no se dieron cuenta que nos habíamos desviado para perder de vista a los que nos seguían.

Cuando llegamos a la heladería les dije a las chicas que entren rápido porque yo quería entrar al baño, ellas lo hicieron, Bill iba detrás de nosotras. Decidí ir al baño para que ninguna me pregunte el por qué quise entrar rápido, me quedé dentro de un cubículo, aunque no haga nada tenía que disimular. Encendí mi celular para perder un poco el tiempo, me di cuenta que tenía mensajes de un número desconocido.

Mi sorpresa fue mucho mayor al ver lo que me habían enviado, las fotos de mi hija y mis sobrinas cuando fueron violadas y maltratadas. Tenía ganas de gritar y salir corriendo a averiguar quién era la persona que me había enviado estas traumáticas fotos, pero no podía hacerlo porque no estaba sola.
¿Las habrá visto alguien más? Llamé a Ariane para saber si ella había recibido esas imágenes.

-¿Hola?-se escuchaba cansada.

-Hola…-dije nerviosa mientras salía del cubículo.

-¿Qué pasó? ¿Todo está bien?

-La verdad no, me llegaron unas fotografías de aquel día…-intenté bajar la voz.

-¿También te las enviaron a ti?

-Acabo de verlas, ¿Alguien más las vio?

-Creo que todos nosotros ya las vimos, pero solo los adultos, hasta ahora Natalie no me ha dicho nada y su comportamiento sigue igual.

-¿Andrés las vio?

-Sí. De hecho, él fue el primero en saber, yo fui a la casa de ellos para ver a Fernanda, y las imágenes llegaron al celular de ella, pero no podía dejar que ella las viera, estaba en plena crisis, pero, Ricardo y Andrés sí lo saben ¿Bill las vio?

-No…en este momento no te puedo dar mayor detalle porque no estoy en mi casa, pero deberíamos vernos para hablar de esto ¿No crees?

-Sí, bueno después veremos eso, luego te llamo…-dijo algo agitada y colgó.

Salí del baño y me junté con mi familia, Bill me dijo que ya le había llamado la gente de su trabajo para que vaya, por lo cual yo tendría que manejar de vuelta a casa. Tenía miedo de que nos suceda algo.

Después de unos 10 minutos riendo de las caras que hacíamos por que se nos congelaba el cerebro, Bill tenía que irse, por lo cual nosotras también nos tenías que ir a casa.

A cada momento miraba el retrovisor para ver que nadie nos siga, por suerte ya no sucedió, pero aún tenía un mal presentimiento de que algo volvería a pasar. Las horas pasaban y nada malo sucedió, intenté llamar de nuevo a Ariane, pero ella ya no respondió, cuando llegó la noche las chicas estaban cansadas y cada una se fue a su respectiva habitación, yo también me quedé en mi habitación mientras miraba canales al azar, mi mente no está concentrada en lo que hacía con la televisión.

Mi celular comenzó a vibrar, era una llamada desconocida dudé mucho en contestar, pero al final lo hice.

-¿Hola?-dije con miedo.

-Fernanda está de ida a tu casa, cierra las puertas ventanas, o sal de tu casa ¡AHORA! -Era la voz de Ariane.

Me asusté y con miedo fui a despertar a mis hijas. Las llevé corriendo hacia el auto, al sacarlo me di cuenta que Fernanda estaba casi llegando a la casa, activé la puerta del garaje para que se cerrara y arranqué a toda velocidad, sabía que ella no podría correr demás pero aun así tenía miedo.

-¿Qué pasa mamá?-Andrea estaba más asustada.

-¿A dónde vamos?-preguntó Alexis.

-¿Por qué salimos de esa forma?-las tres comenzaron a hacer preguntas y yo ya estaba alterada.

-NO SÉ-dije fuerte, y continué manejando, ellas se callaron y se quedaron viendo por la ventana trasera.

El único lugar que se me ocurrió ir fue el supermercado. Ninguna quería bajar porque estaban en pijama, nos quedamos ahí, intenté llamar a Bill, pero él no contestaba, llamé a Ariane y tampoco contestó, comencé a insistir a los de más, después de varios intentos Andrés contestó.

-¿Están bien?-dijo asustado.

-Sí, ¿Qué pasó?

-Fernanda vio las fotos…

Mi corazón se paralizó, no entendía el por qué Fernanda se había puesto así con nosotras ¿Nos iba a hacer daño? ¿Por qué venía de forma agresiva?

-¿Todas?-dije sin aliento.

-Sí, las enviaron a mi celular, ella lo tomó pensando que era de mi trabajo, pero no, intentamos controlarla, pero como siempre se puso violenta y salió de la casa corriendo, gritaba tu nombre, no sé por qué, se supone que se pone más agresiva con otros, no con nosotros, a mí me golpeó, a Ariane la atacó.

-Dios…-un grito de Alexis me hizo mirar hacia la ventana.

Fernanda venía corriendo hacia el auto, traté de arrancar lo más pronto posible, pero ella ya estaba muy cerca, lanzó una piedra a mi ventana haciendo que esta se rompa, cortó un poco mi brazo, comencé a conducir y a alejarme de ella lo más que podía, las chicas comenzaron a llorar, no entendía nada, escuché suavemente la voz de Andrés, preguntando qué pasaba.

-Acaba de atacarme con una piedra, no puedo parar en ninguna parte porque nos puede encontrar, no sé qué hacer…-frené de golpe antes de chocar con otro auto.

Solté mi celular y continué manejando sin rumbo, cada vez más y más lejos, tenía miedo de perdernos, de que Fernanda nos encuentre, de quedarnos sin medios de comunicación, temía de todo en esos momentos.