Capítulo 11

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EL funeral por Madara Uchiha fue largo, pero muy emotivo. Había tenido una larga vida, llena de éxitos y de alguna que otra tragedia. La muerte de su hijo Fugaku supuso un gran golpe para él. Cuando Sasuke proyectó la presentación que había preparado sobre su abuelo, Sakura no pudo reprimir las lágrimas al ver pasar las imágenes de su vida, desde su infancia a sus últimos días con su nieta Katsu en las rodillas.

Tuvo lugar luego un acto de homenaje, de carácter privado, en el hotel Uchiha. Sólo podían asistir, en principio, los familiares y allegados, pero por alguna razón, consiguieron infiltrarse un par de reporteros de la prensa. Uno de ellos enfocó por sorpresa con su cámara al rostro de la pelirrosa mientras el otro le ponía en la boca un micrófono.

Signora Uchiha, díganos, ¿es verdad que está esperando un hijo?- Sakura, desconcertada, vaciló unos segundos antes de contestar.

–Sin comentarios.

Signora Uchiha, se dice que ese niño podría ser de Sasori Horton, el hombre con el que usted mantuvo una breve aventura durante su separación. Todo el mundo sabe que su marido y usted han tenido problemas para tener hijos estos últimos años. ¿Tiene algo que decir a eso?

Sasuke apareció entonces de repente. Parecía muy enfadado. Maya nunca le había visto así.

–Esos rumores son absolutamente falsos –dijo él–. El hijo es mío. No hay ninguna duda de ello y nunca la ha habido. Ahora, por favor, tengan la bondad de salir de esta sala si no quieren que me vea obligado a llamar al servicio de seguridad.

Cuando los periodistas se retiraron, él tomó del brazo a la chica y se fue con ella a una de las salitas privadas que había en un lateral del salón de actos. Cerró la puerta y la miró con gesto de preocupación.

–¿Estás bien? Me dio la impresión de que ibas a desmayarte en cualquier momento.

Sakura se llevó una mano a la frente.

–Debía haberlo previsto. Me sentí como una pánfila sin saber qué decir a ese periodista.

–Sabía que podía ocurrir una cosa así –dijo él pasándole una mano por la mejilla–. Por eso quería hacer un comunicado oficial antes de que la prensa se adelantase con algún cotilleo estúpido. Es mucho más difícil atajar los rumores cuando provienen de fuentes desconocidas.

Sakura se le quedó mirando unos segundos como tratando de desentrañar sus pensamientos.

–No tienes ninguna duda de que este hijo es tuyo, ¿verdad, Sasuke?

–Por supuesto que no –dijo él acariciándole el pelo con la mano–. Ahora, ya no.

– ¿Qué quieres decir con eso? ¿Has descubierto últimamente alguna prueba de tu paternidad?

–Me encontré por casualidad el otro día con tu ex pareja, Sasori Harmon.- ella no se molestó siquiera en corregirle el apellido.

–¿Que te lo encontraste por casualidad? –Preguntó ella, alzando las cejas, con una mezcla de ironía e incredulidad–. Vamos, Sasuke, ¿me estás tomando el pelo?

–Está bien, lo admito –dijo él, tras una tensa pausa–. Me enteré de dónde vivía y le hice una visita. Me confirmó que había coincidido contigo en un restaurante invitado por un amigo común y que ésa había toda su relación contigo.

Sakura se puso roja de indignación por su atrevimiento y su falta de confianza.

–Así que no me creíste cuando te lo dije. Necesitabas que te lo confirmara otra persona para que creerme, ¿eh?

Divorcio para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora