×te amo, gilipollas×

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Un llanto insesante se escuchó por toda la casa, cosa que logró despertarme de un brinco en posición de alerta con la respiración acelerada gracias al susto que había tenido apenas despertar.

Me alarme aún más al no verlo en la cama, a sus hermosos ojitos cerrados dejando apreciar correctamente las largas pestañas que lo hacían lucir más hermoso, sus cabellos revueltos y sus murmullos somnolientos, usualmente él solía dormir hasta tarde y no despertarse por nada del mundo, incluso si eso incluía llantos a media noche, el llanto de fondo me hizo salir de los pensamientos en los que estaba divagando.

Salí de la habitación con sigilo intentando hacer el menor ruido posible para darles una sorpresa, a cada paso que daba el llanto que ya conocía a la perfección se volvía cada vez más fuerte y junto a ello los quejidos de mi querido esposo.

Suaves risas se escaparon de mi labios al mismo tiempo en que sentía que mi corazón se derretia en mi pecho ante la divertida y adorable escena ante mis ojos.

Narrador omnisciente

-vamos a ver hombre, lo llevas todo el día ¿cómo pudiste perderlo? -

Ismael sobaba el punte de su nariz con obvio cansancio pero con un tono burlesco en su voz.

el pequeño niño lo miraba con lágrimas en sus hermosos ojitos que eran de un color similar a los del menor, frotaba sus ojitos sollozando y volviendo a llorar con fuerza.

Sus cabellos castaños estaban revueltos y sus mejillas de un suave color carmesí gracias a la fuerza que empleaba al llorar.

-bueno, bueno, bueno,¡estoy seguro de que lo vamos a encontrar! -

Isma se hinco de rodillas frente a su pequeño hijo tomándole las manitos para apartarlas de esos ojitos.

Cuándo el nene se calmó un poco lo cargó entre sus brazos dejándolo sentado en el sofá arreglando los cabellos rebeldes del pequeño que se colaban por su frente.

-voy a servir el desayuno ¡por favor no llores más!-

Suspiró dándose la vuelta con las manos en los bolsillo de su sudadera, se sorprendió al sentir algo que reconoció al instante.

-¡Benja, encontré tu chupete! Dioss soy el mejor padre del mundo-

Se auto palmeo el hombro y corrió a la cocina a lavar bien el chupon para luego dárselo al pequeño quien emocionado lo tomó entre sus manitos soltando pequeñas y tiernas risitas antes de meterlo en su boca, se lo notaba menos inquieto y eso era bueno para "el mejor padre del mundo".

-¡Papá!...¡Papá! -

Volvió a girar encontrando a su pequeña niña quien caminaba tambaleante sosteniéndose de las paredes llamándolo entre balbuceos, cosas que casi hace salir a Raúl del lugar en dónde observaba la escena para ayudar a su pequeña pero al mismo tiempo estaba completamente encantado con la imagen paterna que daba Isma.

Prego se apresuró a tomarla entre sus brazos cual princesa y aunque no le gustaba admitirlo en voz alta por lo cursi que sonaba la verdad es que esa pequeña bebita llegó a su vida para mejorarla y la trataba como a su pequeña princesa, con mucho amor y todo el respeto que se merece.

-ey princesa ¿que sucede? -

Aprovechó que Raúl no estaba presente para poder usar el apodo, le dio un pequeño toque en la nariz cosa que le robó risitas a la infante.

-¡Hambre! ¡Hambre! -

La pequeña niña llevaba una malla de ballet con mangas largas de un color gris, junto a un tutu rosa que le quedaba hermoso.

One-shots| WISPLAY💙|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora