One-shots| WISPLAY💙|

Felices Para Siempre ♥️

-estoy feliz de al fin poder estar contigo-

Isma rió bajito acariciando los suaves cabellos del castaño que estaban algo húmedos por correr.

La habitación tenía un olor extraño pero nada de eso pudo irrumpir con el momento perfecto de ambos

- incluso todo sudado te ves precioso-

Sus cabellos revueltos e húmedos lo hacían lucir lindo incluso podría decir que se veía sensual.

Volvió a reír separándose del mayor para ir a buscar unas cosas en un cajón cercano.

-¿te gustan las croquetas? Seguro que si-

Le dio una corta mirada llena de emoción antes ir a cocinar.

Estaba feliz, ¡demasiado feliz! Por fin podía tener al hombre de sus sueños.

Cortaba unas cuantas verduras cuando empezó a escuchar ruidos y golpeteos constantes extraños abajo en el sótano.

Frunció el ceño confundido cortando un poco más rápido las verduras causando más ruido para opacar los golpes.

¿¡Por qué no puede estar en silencio!?

Su respiración se agitó al notar que los golpes en el sótano se hacían cada vez más notorios, su nerviosismo aumentaba hasta que...

-mierrrda-

Gruño por lo bajo al notar la sangre que empezaba a chorrear de su dedo, rápidamente colocó su dedo bajo el chorro de agua que lanzaba el grifo en un vago intento de calmar la sangre.

Se puso una tirita adhesiva observando con orgullo como el sangrado paraba, tomó el plato con croquetas de pollo y un poco de arroz acompañado de un poco de ensalada.

Se podía imaginar como serían sus días junto al amor de su vida, cada día llevándole el desayuno y llenandolo de mimos hasta no poder más.

Caminó con una gran sonrisa en sus labios rumbo al sótano volviendo a escuchar esos golpes y balbuceos cada vez más fuerte provocando un pequeño tic en su ojo el cuál ignoró por completo mientras avanzaba lentamente.

-Traje la comida-

Le dejó el plato sobre las piernas mientras se sentaba en el suelo a observarlo, tan hermoso, tan perfecto, tan él

-podría darte de comer si tienes hambre antes de ya sabes...-

El hombre negó causando un pequeño gruñido por parte del menor en la habitación.

-¿sabes? deberías hacer menos ruido, a nuestros vecinos no les gustan los ruidos fuertes, son unos idiotas.-

Frunció el ceño ligeramente mientras se levantaba de su lugar y se acercaba más al hombre atado en aquella vieja silla de manera que con el tiempo parecía ir empeorando cada vez más, igual que él.

Le desató la venda que cubría sus ojos marrones, los mismos que lo miraban con desespero y temor.

Las cejas del castaño se curvaron en una mueca de súplica acompañado de gimoteos que suponía eran "ruegos".

Para siempre

-N-No puedo dejarte ir, Raúl-

Siempre, siempre

Una lágrima traicionera empezó a resbalar por la mejilla del chico amordazado que fue seguida por más lágrimas desesperas que desataron en un amargo llanto silenciado por un trozo de tela en su boca.

-Eres mío, ¡tenemos que estar juntos! ¿No lo entiendes? -

¡SIEMPRE! ¡SIEMPRE! ¡SIEMPRE! ¡PARA SIEMPRE!