Noté como algo caía encima de mí haciendo que me despertará, sobre las 12:30 de la mañana.
Celia: ALAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA –me quejé moviéndome de lado a lado en la cama para tirar al individuo que me acababa de chafar minutos antes-.
Fernando: Chica, es que duermes mogollón y de otras maneras no te levantas –dijo riéndose desde la puerta-.
Jesús: Ni que lo digas, primero te hemos puesto música en la oreja a toda hostia y nada…
Fernando: Luego hemos dado un portazo, y tu hermano nos ha dado una colleja a cada uno…
Daniel: Y por último me he dado por vencido y he decidido tirarme sobre ti. –dijo mientras se levantaba-.
Celia: A la exagerados… no habréis echo tantas cosas, fantasmas –dije riéndome-.
Fernando: ¿¡QUE NO!? ¡PERO SI LLEVAMOS INTENTANDO DESPERTARTE DESDE LAS 12:00! –dijo riéndose a carcajadas-.
Adrián: ¡Doy fe de que es verdad! –se le escuchó decir desde el cuarto de baño-.
Celia: Pues nada oye, gracias por su colaboración, pero yo estoy cansada –dije frotándome los ojos- buenas noches majos –concluí acomodando mi cabeza en la almohada-.
Daniel: Ni de coña –reacciono quitándome la almohada-.
Celia: Alaaaaaaaaaaa –me quejé-.
Jesús: Renueva las frases anda –dijo riéndose al ver que no paraba de decir lo mismo-.
Celia: No quiero, bitch –y le saqué la lengua en modo burla-.
Jesús: Uy lo que me ha dicho.
Daniel: Búa hermano, yo que tú le pegaba –dijo riéndose-.
Fernando: ¡Al barro, al barro! –siguió el juego a Dani riéndose a carcajadas también-.
Jesús: Yo no pego a chicas tío, que no se saben defender… -se excusó-.
Celia: ¿Perdona? –pregunté borde- que machista eres tú, ¿no?
Jesús: Que es broma hombre –rió-.
Celia: Renueva las frases anda –le imité, ya que siempre hacia lo mismo-.
Jesús solo me puso mala cara, mientras que Daniel y Fernando no paraban de reírse sin darse cuenta de que las bromas habían acabado hace rato ya.
Celia: Y vosotros –dije señalando Daniel y Fernando- parad de reíros ya e iros los tres al salón –terminé de decir en un tono bastante borde-.
Jesús: Celia… -dijo con tono de arrepentimiento-.
Celia: Ni Celia ni hostias, iros. –dije empujándolos y seguidamente cerrando la puerta-.
Fernando: A la Jesús, ya le has jodido el pinchito a tu hermano –se oyó detrás de la puerta entre carcajadas-.
Daniel: ¿Te callas? –le respondió-.
Oí que Jesús les preguntaba algo, pero como iban alejándose hacia el salón no se entendía lo que hablaban.
Con tanta charla, se me había quitado el sueño, así que cogí ropa y me metí al cuarto de baño, para ducharme y arreglarme. Unos minutos después…
Adrián: ¿Te queda mucho? –gritó para que le oyera-.
Celia: No, puedes entrar, me estoy secando el pelo. –dije quitando el pestillo-.
Adrián: Se quedan los primos a comer, los papás se han ido con los tíos –me informó-.
Celia: Haces tú la comida, que para algo eres el mayor.
