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Más tarde, esa noche, Baek condujo a casa de Luhan. Era serio sobre el trabajo en Silk Room. Ningún otro negocio en la ciudad le interesaba. No iba a servir café o arreglar flores o incluso atender mesas en el restaurante. Y tendría que estar muerto y enterrado, antes de trabajar en esa tienda de ropa con olor a
naftalina.
Nop. El club de striptease era donde quería trabajar. A su tío le daría un ataque si se enteraba, pero Baekhyun ya no vivía bajo su techo. Podía hacer lo que quisiera, con tal de que nadie le dijera a su tío.

O Chanyeol.

O Younghee.

O su hermano Baekho.

Aparcó frente a la casa de Luhan y tuvo que mirar dos veces. La casa le recordó a una de los del El Hobbit. Claro, no estaba bajo una colina, pero la sensación era la misma. Había plantas y flores por todas partes, así como vides verdes oscuro, que crecían sobre la mitad de la casa.
La puerta principal era, incluso de madera y redonda. Baekhyun se acercó, a un camino de piedra, al salir de su coche. Esto era bastante
genial. Sentía como si acabara de entrar en la Comarca. Llamó a la puerta y esperó. Luhan respondió, segundos más tarde, alzando la cabeza, para ver más
allá de Baek, mientras observaba a su alrededor.

-No te siguieron, ¿verdad?

Miró sobre su hombro.

-Um, no que yo sepa. ¿Debería preocuparme porque
alguien me siguiera?

Luhan abrió la puerta y se hizo a un lado, permitiéndole la entrada.

-Es sólo que tengo algunas plantas, que podrían ser mal vistas.- Las coloridas alas de Luhan revoloteaban en su espalda.

Que hombre tan extraño.

Mientras miraba a su alrededor, se dio cuenta de que casi todo en la casa era de madera, y parecía que una tienda de flores había explotado en el lugar. Había un sofá con flores, colocado en el medio de la sala
de estar, y aunque Baek odiaba los motivos florales, parecía funcionar.

-Supongo que Chanyeol dijo que sí.

Luhan cerró la puerta. En lugar de caminar, revoloteó a la sala de estar.
Todavía sorprendía a Baek, cuan sorprendentemente hermoso, era Luhan. El tipo era bajo como el infierno, pero compensaba su altura, con su aspecto. Su cabello rubio caía por su espala(1), y sus puntiagudas orejas sobresalían a ambos lados de su pelo. Su oreja izquierda estaba perforada desde la parte superior al lóbulo, y su piel a pesar de ser pálida, tenía un ligero y exótico bronceado.

-Uh, seguro.- dijo Baek. Ni siquiera se había molestado en preguntarle a su
pareja. Yeol había estado muy ocupado con Siwon la mayor parte del día y, cuando había llegado a casa, se fue directamente a su habitación, evitándolo, mientras había estado sentado en el salón. Harto, se había metido en su auto y se fue. ¿Quién quería pasar un viernes por la noche, viendo la televisión cuando podrían ir al club? Un club gay. Aunque
Baek nunca había estado en un club nocturno un día de su vida.

-Voy a tener una charla con Dongye , dijo Luhan mientras se dejaba caer en el sofá.-Él es mi barman y encargado de camareros. También es uno de mis guardias y es indispensable. Estoy seguro de que te amará.
Un ceño se frunció entre los ojos del hada.- Creo...- Con un gesto con la mano, despidió a Baek. -Él te amará.

Baek no estaba convencido, pero estaba decidido. Golpeó con sus manos, las caderas.

-Puedo deslumbrar a cualquiera.

-Estoy seguro de que puedes, pero recuerda, no serás un stripper, así que no te pongas demasiado acogedor con los clientes. No quiero que Chanyeol arranque mis alas.

Por siempre mío <Chanbaek>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora