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Baekhyun se cernió sobre su pareja, mientras el Dr. Eunho examinó la dormidaforma felina de Chanyeol. Algunas de las personas que vivían en la casa de los Kim, abarrotaban la habitación, observando, esperando por el pronóstico del médico.
SeHun estaba junto a la pared del fondo, en silencio, Taemin junto a él. El vampiro no había estado feliz con su auto pero, por el momento, estaba más preocupado por Chanyeol. Jongdae y Jongsu estaban en el lado opuesto de la cama. Kyungsoo también estaba allí, apoyado en la cómoda, mientras Lay y Minseok se paseaban por la abarrotada habitación.
Baekhyun nunca quería volver a estar tan asustado de nuevo. Su cambiaformas era todo su mundo, y si algo le sucedía a su pareja, sería incapaz de seguir adelante. Había estado con Chanyeol durante más de dos décadas, y el hombre era su pulmón izquierdo, su razón para levantarse por la mañana. ¿Qué pasaría si el shifter había desarrollado algún tipo de tumor cerebral?
Era insólito en el mundo sobrenatural, pero podía suceder.

La idea de perder a Chanyeol, era como un peso de dos toneladas sobre su pecho.

Se arrodilló allí, junto al guepardo, con las manos en puños, mientras las lágrimas amenazaban con derramarse. A pesar de que los dos se habían conocido toda su vida, sentía como si ahora simplemente estuvieran juntos. ¿Qué pasaría si estaba embarazado de Chanyeol? ¿Y si perdía a su pareja y tenía que criar a su hijo o hija solo? La sola idea era algo demasiado para soportar.

"Despierta Baek. Despierta para que podamos jugar. Hey, despierta. Amigos para siempre, ¿recuerdas? No se te permite estar herido, Baekhyunnie. Es mi trabajo mantenerte feliz."

Un sollozo escapó de él, mientras la voz de un Yeol de ocho años se hizo eco en su mente. Recordó a Diablo preguntándole al dragón por qué había dicho eso, y él le había dicho a su padre que Baekhyun era suyo.
Baek había tenido siete en el momento en que su casa se había incendiado. Había quedado atrapado, aspirando el nocivo humo. A pesar de que había caído en coma, había oído la dulce voz de Chanyeol llamándolo.

-Despierta, Yeol- dijo Baek a través de sus lágrimas, mientras sus manos
apretaban el pelaje de su pareja. Sacudió suavemente al gato, rezando para que despertara.- No se te permite estar herido. Es mi trabajo mantenerte feliz. Mío para siempre.

Su pecho se apretó, hasta el punto de que casi no podía respirar, mientras sus hombros se sacudieron por el llanto.

-No puedes dejarme. ¡No tienes permitido dejarme!

Había sido la columna de humo que su pareja de ocho años había soplado en su joven rostro, lo que finalmente había despertado a Baekhyun. Si tan sólo pudiera hacer lo mismo por Chanyeol, si sólo su pareja se despertara.
Diablo colocó una fuerte mano, en el hombro del humano y le dio un ligero apretón.

-Es un luchador, Baek. No vas a perderlo.

Asintió, mientras seguía llorando. Apartó la humedad de sus mejillas y la barbilla. Tao había aparecido, así como sus amigos y su tío.
Se detuvieron junto a sus parejas, mientras los miraban. Hasta ahora Tao no había dicho una palabra, pero su expresión decía mucho. Estaba aterrado por perder a su único hijo.
Todos lo estaban. Baek estaba contento de tener a su familia a su lado, pero nada lo haría feliz, hasta que Chanyeol despertara y lo mirara con esos hermosos ojos lilas.

El Dr. Eunho negó con la cabeza, mientras daba un paso atrás.

-No hay nada malo físicamente con él, sin embargo, es como si estuviera atrapado en un profundo sueño.

-Entonces quiero estar en ese sueño con él- dijo Baek, mientras las lágrimas seguían deslizándose por su rostro.- Él me necesita para despertarlo.

Por siempre mío <Chanbaek>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora