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-¿Estás seguro de esto?

Preguntó Baek mientras agarraba a MinAh, contra su pecho. El bosque era brillante y soleado, las hojas verdes, sin embargo, era frío. Se estremeció, mientras seguía a Tao. Su suegro le había dicho que Chanyeol estaba en problemas y necesitaba su ayuda. No podía entender por qué no había más gente, yendo a ayudarlo. Algo no estaba bien acerca de esto. Su instinto le decía que debía dar la vuelta y correr.

Pero era Tao.

El hombre que lo había ayudado a criar. Confiaba en él con su vida. Tao asintió, mientras continuaba adentrándose en el bosque. Esa era otra cosa. El shifter guepardo no había dicho una palabra, desde que salieron de la casa. No le había pedido sostener a MinAh, cómo había ido el parto, o tratado de comparar notas, sobre el alumbramiento. Cuando había hablado con Tao, acerca de poner un huevo, el hombre le había parecido excitado por que podría compartir su experiencia con otra persona.
MinAh se movió, tratando de enterrarse profundamente en su brazo. Si no lo creyera posible, pensaría que estaba asustada. Pasó sus dedos por encima de su cabeza, haciendo todo lo posible para calmarla.
Cuanto más lejos en el bosque viajaban, más oscuro se volvía su entorno. Y más frío. Vio su aliento salir de su boca, mientras jadeaba para mantenerse al día.
Más profundo en el bosque, se dio cuenta de que las hojas no eran
completamente verdes, en los árboles. Estaban muertas, marrones y dispersas a sus pies. Las hizo crujir mientras caminaba.

-Creo que hay que pedir refuerzos-dijo Baek. Metió el pequeño dragón en el interior del cuello de la camisa para mantenerla caliente. -Esto no se siente bien. ¿Y si esa bruja y el Cazador están ahí?

Había aprendido que ni siquiera Diablo había sido capaz de derrotarla. ¿Cómo la derrotaría Tao? ¿Qué pasaría si Chanyeol estaba tan mal herido y necesitaba que lo sacaran fuera de allí?

Baek excavó su celular del bolsillo y gimió cuando vio que no había recepción.
Frunció el ceño, mientras miraba hacia la espalda de Tao. Ahora que lo pensaba, este no lo llevaría desde la seguridad de su casa y lo arrastraría hacia fuera, en el medio de la nada.

Y definitivamente, no incluiría a MinAh.

Empezó a desacelerar.
Yeol le había prometido no ponerse, a sí mismo, en peligro. Su pareja no habría roto su palabra. No habría salido de la casa. Si había una cosa que Baek sabía de él, era que Chanyeol nunca rompería una promesa.

Miró a su suegro, y se preguntó si ese era realmente él. Baekhyun vivía en un mundo donde todo era posible. Una vez había oído hablar de un shifter camaleón, que podría imitar a cualquiera. ¿Podría el hombre delante de él, ser un impostor?
La idea hizo que se le helara la sangre. Apretó a MinAh más fuerte, contra él.
Había corrido fuera de la casa sin pensar, cuando Tao le dijo que Chanyeol estaba lesionado.

Debería haberse tomado un momento para pensar.

Debería haber llamado a Diablo, antes de salir.

Tendría que haber dejado a alguna persona cuidando a MinAh, en lugar de llevarla.
Baek esperó hasta que Tao estaba lo suficiente por delante, antes de que esconderse detrás de un gran árbol. Mantuvo la espalda contra la corteza, mientras trataba de averiguar cómo iba a escapar. Era un experto en el bosque de los alrededores de Villa Brac, pero no conocía estos bosques. Mirando a su alrededor, decidió regresar por donde habían venido. De vuelta por ese camino estaba el sol y un poco de calor.
MinAh comenzó a temblar.

-No te preocupes. Papi te tiene.

Moriría para protegerla. Si esto fuera una especie de truco, que la bruja había orquestado, haría pagar a esa perra de algún modo. No estaba seguro de cómo, desde que ella era condenadamente poderosa.
Baek salió corriendo, de detrás del árbol, sólo para encontrar a Tao de pie al otro lado. Su suegro lo miraba, con las manos en las caderas, la mandíbula apretada. No, esta persona no era Tao. Incluso cuando estaba muy enojado, nunca lo había mirado de esa manera. Como si quisiera matarlo.

Por siempre mío <Chanbaek>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora