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Sin perder el paso, Chanyeol usó sus garras, para suavemente, agarrar los brazos de Baek y luego se lanzó hacia el cielo.

-¡Sabes que tengo miedo a las alturas!

Gritó, mientras el dragón voló más alto, dejando Dalton Falls atrás. Él tenía que seguir volando. Si aterrizaba en este momento, su ira simplemente podría derramarse sobre el más bajo.

¿Qué demonios había estado haciendo para empezar, en un club nocturno? ¿Había estado observando o desvistiéndose? El pensar que su pareja estuviera desnudándose para extraños, lo molestó aún más. Dejó escapar una línea de fuego abrasador, para aliviar algo de su rabia. Fluyó a través del aire, mientras agitaba sus alas más fuertes.

-¡Voy a vomitar!.

El pánico en la voz de Baekhyun, desgarró a Yeol. Vio a un campo abierto, donde podría aterrizar con seguridad. Tan pronto como los pies del humano tocaron el suelo, Baek liberó sus brazos y se giró, entrecerrando los ojos.

-¡¿Cuál es tu problema?!

Chanyeol bajó su enorme cabeza. Columnas de humo se curvaron de sus orificios nasales, mientras le enseñaba sus afilados dientes.

-No intentes eso conmigo.

Baek le dio una palmada, en la nariz. No tenía miedo de tu forma de dragón cuando era un niño, y todavía no sigo teniéndolo.
El castaño se giró y se tambaleó hacia el bosque, se balanceó un poco y luego se enderezó. Parecía como si estuviera haciendo un pequeño baile, por la forma en que caminaba. Balanceo. Parada. A la derecha. A la izquierda. Y
repetir. Su brazo derecho se levantó, y luego Baekhyun lo alejó. Mantuvo su dedo medio apuntando al cielo, mientras seguía tambaleándose.
Chanyeol cambió a su forma humana y se fue tras él, moviendo la cabeza en señal de frustración, en el camino.

-¡No te alejes de mí!

El dragón alcanzó a su humano y agarró el brazo del hombre,
haciéndolo girar.

-¿Qué demonios estabas haciendo, en un club nocturno?

Baek golpeó una mano sobre su boca, se puso de rodillas y vomitó sobre los
pies descalzos del mayor.
La bilis mezclada con alcohol, hizo que Yeol se atragantara. Dio un paso atrás y luego tiró de su brazo, hacia afuera, agarrándolo, cuando el humano se inclinó hacia un lado y luego se desmayó.

-Maldita sea, Baekhyun.
Dijo en voz baja, mientras levantaba al humano en sus brazos, cambió, y luego voló a casa.

Cuando el dragón aterrizó en el patio trasero, cambió y llevó a su pareja hasta su dormitorio. Limpió a Baekhyun y lo acostó, antes de que bajara las luces, y luego se dirigió al baño, para ducharse. Su cuerpo estaba duro y dolorido. Baek estaba vestido con pequeños pantalones ajustados, que dejaban ver sus caderas y la parte superior de su
pelvis. Llevaba una camisa brillante, que abrazaba cuerpo y parecía tan
malditamente comestible, que tomó todo en él el mantener su distancia.
Mantener las manos lejos de él, se estaba volviendo cada vez más difícil de hacer. El dragón y el guepardo peleaban dentro suyo, una vez más, exigiéndolebque reclamara al humano, y si no estuviera borracho, podría haber cedido a la tentación.

Estaba desarrollando bolas azules.

Recién salido de la ducha, envolvió la toalla alrededor de su cintura y, después se dirigió a la puerta. Apoyó su brazo contra el marco de la puerta y se quedó mirando la figura dormida. Había conocido a Baekhyun desde los siete años. Habían crecido juntos y habían sido inseparables. No fue sino hasta la pubertad, que su padre se sentó con él, para darle la infame
charla de sexo.
Fue entonces cuando supo que podía hacer que Baekhyun se embarazara.
Fue entonces, cuando se dio cuenta de lo mucho que quería una
familia, y fue justo después de la charla, que Baekhyun había dicho que se alegraba de que fuera gay así no tenía que preocuparse de tener hijos. Sus sueños de tener una familia, se habían extinguidos en ese momento, y había mantenido su distancia de él, desde entonces. Si no tenían sexo, no quedaría embarazado, y el hombre que era todo para Chanyeol no lo odiaría.

Baek no tenía idea de lo que Yeol y su padre habían hablado. No tenía idea de que podía dejarlo embarazado, porque este no le había dicho una palabra al respecto. El humano había dejado claro su punto de vista, acerca de los niños. Y Yeol no quería sentir como si estuviera presionando al chico, por lo que mantuvo su aplastado sueño, para sí.

Encontrarlo en el club de striptease, le dijo que su pareja estaba cansado de esperar. El sexo era una parte natural de la vida. Por desgracia, Chanyeol no lo sabría, ya que aún tenía que experimentarlo.
Baekhyun se agitó y luego se despertó. Algo. Tenía cara de sueño y parecía desenfocado, pero estaba sentado. Su pelo estaba enmarañado y pegado en lugares, dándole un aspecto de recién jodido. Al dragón le gustaba el aspecto de recién levantado. Amaba todo lo relacionado con el chico. También conocía a Baek como la palma de su mano, o al menos eso pensaba, hasta que lo había encontrado afuera de ese club. ¿Lo había engañado? Ese pensamiento tenía sus colmillos amenazando con extenderse, pero una pequeña voz en el fondo de su mente, le dijo que él nunca le haría eso.

-Deberías quitarte los lentes de contacto-dijo Chanyeol, mientras fue a su cajón.

Después de ponerse un par de calzoncillos y pantalones vaqueros, se giró hacia Baekhyun. El chico había caído de nuevo dormido. Inquieto, Yeol fue abajo. Vio al jefe y Mina abrazados juntos en el sofá, Mino
durmiendo entre ellos. Se quedó en la parte inferior de la escalera, por un momento, mirando la feliz pequeña familia. La vista sólo le recordaba lo que nunca tendría. El pecho de Yeol se tensó, mientras se dirigía a la cocina.

-¿Lo encontraste?

Jongdae preguntó, mientras hurgaba en la nevera. El gemelo había sido su alfa durante meses, y todavía se estaba acostumbrando al  hecho. Seguía considerando a Jongdae como su amigo de la infancia. Tal vez lo
era, pero las cosas habían cambiado. Muchas cosas lo habían hecho. Estaba
empezando a comprender por qué Baekhyun odiaba tanto el cambio. Había un cierto grado de desplazamiento, con el cambio, y él sentía cada pedacito de ello. Se sentó a la mesa y se limpió la cara. No estaba seguro de qué hacer con él. Si le decía la verdad, el hombre podría asustarse y apartarse de él. Si no le decía la verdad, el humano finalmente se hartaría y se apartaría. Extrañaba los tiempos más simples.

-Está metido en la cama.
Dijo Chanyeol. Sus bestias gruñían para que él fuera al piso de arriba y se enrollara alrededor del humano. Desde el primer día, se había sentido protector hacia el humano. En aquel entonces, había sido fácil mantenerlo
seguro. Ahora era este, quien se ponía en peligro. Si quería o no, necesitaba hablar con él. Necesitaba despejar el aire entre ellos. Necesitaba dejar que el hombre sabía qué era que y tomarlo desde allí.

Pero, sobre todo, necesitaba una maldita bebida.

Por siempre mío <Chanbaek>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora