1. Dulces celos.

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Cualquiera diría que después de 3 años de noviazgo Arthit y Kong habrían pasado mas allá de segunda base, pero no es así, Arthit seguía tan virgen como el día en que nació.

No es que Arthit no se sintiera atraído por su pareja, ni mucho menos; Kong tenía un cuerpo esbelto y bien formado, tenía músculos donde debía tenerlos, en cambio el, el tenía salud y una ligera capa de grasa abdominal. Arthit bajo la mirada y sobó su estomago, tenía hambre, pellizco la piel de su abdomen, si comparaba su cuerpo con el de su novio, sentía vergüenza, ¿si a Kong no le gustaba su flácido cuerpo de oficinista?

Volvió la mirada a su móvil cuando este sonó, tenía un mensaje de su novio, Kong lo estaba esperando en el vestíbulo para ir a comer. Guardó sus cosas y apresuró su salida, se despidió de sus compañeros, esquivo a su jefe en el pasillo, tenía prisa. Kong contaba con poco tiempo para dedicarle a su novio, recién empezaba el cuarto año en la universidad y ya estaba hasta la coronilla de tareas y trabajos, sin contar que debía realizar su tesis para poder graduarse. Quien viera a Arthit correr por la compañía, entendía perfectamente a donde se dirigía.

Hace apenas un mes que Kong había terminado su práctica en la misma empresa donde Arthit trabajaba, y justamente el ultimo día, durante la fiesta de despedida, Arthit había declarado oficialmente que ellos estaban saliendo, y nadie, absolutamente nadie, tenía derecho a acercarse a su novio. Después de eso, la relación de Arthit con sus compañeros fue menos tensa.

llegó corriendo al vestíbulo, se detuvo cuando un grupo de personas al rededor de su novio. ¿cómo sabía que Kong era el centro de ese tumulto?, fácil, Kong era alto, solo unos centímetros mas alto que el, pero eso lo hacía verse aun mas atractivo a sus ojos. Su instinto posesivo lo invadió, y desde su lugar le grito como cuando era un hazer en la facultad.

-Kongphob, 0062, llegas tarde... - pasó caminando lentamente junto a ese grupo de personas, puso su cara mas seria cuando estuvo a la par de su novio, esa actitud rígida de Arthit sus compañeros de trabajo jamás la habían visto, y por sus caras de espanto estaba claro, que jamas querrían verla de nuevo. Con la actitud fría de una novia celosa siguió caminando sin mirar al menor, solo unos pasos mas adelante se detuvo para esperar a su novio, estirando el brazo hacía el. Kong se disculpó con sus fans, y apresuro su andar tomando la mano de Arthit, que en ese instante se percató que acababa de hacer una escena de celos en el trabajo. Sus mejillas se colorearon de rojo brillante, camino rápidamente llevando a rastras al menor, entre gritos y aplausos de los espectadores.

Solo fueron a un café cercano, Arthit estaba embobado, últimamente se perdía en sus pensamientos, el pensamiento de hoy era lo guapo que se veía su novio con solo unos jeans, una ajustada camiseta negra y la bata de taller, su mirada llego hasta toparse con la amplia sonrisa del menor y sus ojos brillantes llenos de amor.

Después de aceptar su relación abiertamente y lidiar con sus suegros, su deseo sexual empezaba a aflorar más y más. Desvió su mirada nuevamente cuando escuchó a Kong hablarle.

- P'Arthit, ¿te encuentras bien? tu rostro esta rojo...

-Solo tengo calor... come, tienes que recuperar fuerza para seguir con tu tesis.

-casi esta lista P'

- no debes desatender tus deberes escolares...

-¿qué hay de mis deberes como tu novio?- Kong miraba fijamente al mayor sonriendo ampliamente. Arthit conocía esa mirada, su novio estaba pensando en cosas raras y vergonzosas.

-come... - tomó un poco de comida de su plato colocándola en el plato de Kong.

Pobre Arthit, un ingeniero graduado, con un buen trabajo, un novio amoroso, amigos y compañeros que lo aceptaban y querían como es, y el apoyo de sus familias, pero su felicidad aun no estaba completa; si tan solo fuera capaz de deshacerse de sus complejos podrías ser feliz y hacer feliz a la persona que ama.

Pasaron el rato hablando de cosas diversas que pasaban en la facultad y en el trabajo, ninguno volvió a insinuar cosas vergonzosas.


SOTUS XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora