"6. Los secretos no caben en una mesa"

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Stephen accedió a la torpe petición de su hermana, quien no quería que la tercera guerra explotara, aún no. Mientras su hermano no quería dar detalles sobre algo que nadie estaba preparado para saber, al igual que el capitán no quería hablar con nadie que no fuera la joven castaña que tenía por mejor amiga y por último Stark, él, él no tenía nada que decir.

-Excelente, Tony, Stephen, ustedes vallan por la comida hay un resta...

-¿Por qué tú hija está dando órdenes?-Stark la señaló con una ceja alzada-

Adele lo miró con cierto enfado, pero aún así Strange decidió escucharla. Al cabo de unos minutos Strange y Stark estaban en camino a un restaurante de comida rápida, Strange caminaba con cierta rapidez y notable molestia, cosa que Tony notó al instante.

-¿Es por Rogers?-preguntó con la mirada al frente-

-¿Eh?-Stephen lo miró con una ceja alzada, buscando una respuesta, que sólo fue una risa en los labios de Stark-él me molesta, siempre lo hace.

-¿Siempre?.

-Desde que tú llegaste-desvió su mirada a otro lado que no fuera la mirada acusadora del más bajó-

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Adele le pidió a Steve que se sentara, tenía varios raspones en su rostro, raspones que le generaban gran curiosidad a la menor, pero, siempre esperaba que el mayor le explicara, o le tratara de dar una explicación.
Se sentó frente a él y comenzó a sanar aquellos feos raspones. Steve le sonrió de manera amable, él siempre apreciaba la ayuda, el cuidado y la atención que esa chica le brindaba.

-Fue tratando de escapar de la policía-sonrió y miró los ojos de la contraria, la cual no lo miró, sólo soltó un suspiro-

-Pareces un niño, te pareces a Stark-respondió concentrada en los raspones del rubio, este sólo la miraba, apreciaba realmente la ayuda, pero, esa comparación le molestó-

-¿yo? ¿Ya le dijiste a Stephen sobre...?-Adele por fin le dedicó una mirada, bajó sus manos y se quedó un rato en silencio-

-Él...él no tiene que saber nada, todo saldrá bien, yo tengo todo bajo control...¿sabes?-trató de sonreír pero, en realidad no tenía nada bajo control-

-Ya estoy aquí...tarde o temprano tus salidas nocturnas van a llamar la atención de Stephen-sonaba serio, y sus palabras eran duras, la menor bajó la mirada, mientras los ojos más lindos se quedaban en ella-tienes que hablar con él, será mejor, evita una pelea con tu única familia.

-Tú también eres mi familia-la más pequeña alzó la mirada a los tiernos ojos que la miraban-tú, Tony, Nat, Bruce, todos...no sólo Stephen, de eso se trataba ser vengadora ¿no? Somos un equipo.

Steve rió y posó su mano en el hombro de la joven, mientras la miraba con cariño.

-Adi, adoro tu optimismo, lo adoro en serio, pero, ahora no es momento de ser...equipo.

Steve le dio un abrazo a la joven que tenía más que nada miedo, miedo de que las palabras de Steve se hicieran realidad, no podía enojarse con Stephen pero, lo que hacía era bueno para todos, incluso para ella.

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Stephen abrió la puerta del establecimiento y dejó (como era de costumbre en él) entrar a Tony primero.

-¿y bien?-preguntó Stark mirando el típico menú de combos que hay arriba de la caja-¿qué crees que quiera la señorita desastre y el capitán Rogers?

Stephen se puso a su lado y miró el menú.

-Bueno, ni idea, es joven y con cambios hormonales, tal vez ¿qué crees que quiera el Cap?-miró a su acompañante-

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