❣ El Doctor y El Científico ❣ IronStrange ❣

"8. Cena Familiar 1/2"

Hace más de una semana y media que el excéntrico multimillonario Tony Stark estaba de "inquilino" en el Sanctum Sanctorum, junto a la realmente nada normal familia Strange y el tonto pero un poco amigable Capitán América. Realmente Stark no tenía nada que hacer en el santuario, pero, seguía (junto con el cap) con el cuento de: "es por seguridad".

La más joven del lugar estaba muy cansada de su rutina diaria. Es decir, no es que le molestara estar con su hermano, o Tony, o incluso Steve, sólo que, sentía que era siempre lo mismo. Sabía de memoria lo que iba a pasar cada mañana y día.

El primero en levantarse siempre era Stephen, se iba a la cocina a tomar un té de manzanilla y si la noche anterior no había sido muy buena tomaba uno de canela. La segunda en levantarse era Adele, siempre acompañaba a su hermano con un café negro, el siguiente siempre era Steve, él alcanzaba a los Strange, pero, una vez se escuchaba la puerta de su habitación, Stephen se levantaba y se iba a la biblioteca, dejando sola a la más joven, así que Steve siempre la acompañaba con un jugo de naranja. El último en despertar era Tony, jamás alcanzaba a ninguno, ni a Adele, Steve o incluso Stephen, era un milagro cuando lograba ver a Steve en la cocina, a veces el rubio lo esperaba mientras el genio tomaba un café, a veces era Adele quien se lo topaba y se ponía a platicar con él, pero jamás Stephen.

El mago se iba a la biblioteca y de ahí no salía hasta la tarde, bajaba con una gran calma y hacía un recorrido por el santuario, revisando que todo estuviera en orden, a veces seguido de su fiel capa, a veces solo, después de sus "rondas de vigilancia" meditaba un rato y algunas veces venían personas buscando su ayuda, a veces iba a Kamar-taj y se daba un paseo por el lugar.

Mientras el mago hacia todo eso, su joven hermana estudiaba. Ella estaba estudiando medicina, así que en sus ratos libres (donde no estaba hablando con Stark o Rogers) adoraba tomar sus libros y estudiar en el callado y tranquilo santuario, a veces iba al cine, a escondidas de todos, o iba a tomar un café o incluso a comer.

El capitán se pasaba las horas dando vueltas por el inmenso lugar, esperando tal vez, poder ver al guardián de la gema, o sólo era curiosidad. Algunas veces hablaba con Stark para tratar de solucionar las cosas, todo ello parecía tener éxito y eso le alegraba al rubio en gran manera. Sólo unas cuantas veces salía a caminar y dar un paseo por la ciudad, con Adele, Stark o solo.

Finalmente el millonario era el único que no tenía ganas de salir a la calle, le gustaba la estancia en el santuario, algunas veces jugaba con la capa (le lanzaba algo y esta se lo llevaba, algo así como un perro), pero a Stephen no le parecía su "juego", así que se resignó y buscó algo más que hacer. Notó que algunas luces del lugar estaban rotas o no funcionaban así que se tomó la libertad de arreglarlas, cosa que le tomó unos días solamente.

Sólo que un día Adele se levantó con ganas de hacer una cena. Tenía la idea de cocinar para todos y disfrutar lo hecho en una cena estilo "familiar" y poder convivir, porque, aunque todos "vivieran" en el santuario cada quien tomaba su camino y se pasaban el día seprados, así que decidió hacer una cena.

-¿Una cena?-Stephen alzó una ceja y acercó su taza para darle un sorbo-

-Sí, pensé que sería buena idea-respondió la joven con un tono alegre preparando una taza de café-

-Primero, tanto café hace daño, segundo, ¿cómo aprendiste a cocinar?-preguntó el de cabellera bicolor señalando a su hermana-

-Sí, sé que hace daño en exceso, por eso lo tomo en las mañanas y no siempre, genio y cuando vives sola y eres adolescente es eso o atún y no soy fan del atún-respondió con rapidez y dejó de revolver su café, tomando asiento frente al mayor-

-Bueno, me parece una buena idea, pero, ¿quién va a comprar las cosas?-alzó ambas cejas-

-Tony y yo-respondió la menor y le dio un sorbo a su café-ya lo hablé con él.