Capítulo 2

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Queridos lectores esta historia no está basada en ninguna otra como las que estoy acostumbrada a escribir. He tenido un sueño que no me he podido sacar de la cabeza y ahora he decidido plasmarlo en la siguiente narración.

TMNT no es mío, así como tampoco ninguno de sus personajes

La historia vino de mi perturbada y retorcida mente.

Disfruten la lectura :)

Raphael fue el primero en abrir los ojos, sentía que estaba en algo que se movía, se fijó en su entorno.

Estaba en la parte trasera de un auto. Sintió el peso en su brazo y casi pega un brinco del susto.

Había dos humanos desconocidos junto a él, un joven seguido de un niño, y al parecer estaban despertando.

Los tres se vieron incrédulos.

-¡AHHHH!

Sintieron el auto moverse bruscamente antes de que se bajara la ventanilla que los separaba del conductor.

-Jóvenes amos, ¿Se encuentran bien?

¿Amos? Se fijaron en el espejo del retrovisor y luego entre ellos.

-¿Raph?

-¿Donnie?

-¿Hermanos?

Raphael era pelirrojo, su cuerpo era el de un joven de 15 años, con musculatura notable.

Donatello tenía el cabello de color café, era un poco más alto que Raphael, su cuerpo era esbelto aunque no tanto como el mayor, y además ya no tenía el hueco entre los dientes

Michelangelo tenía la apariencia de un niño de diez años, de pelo rubio y pecas en el rostro, era pequeño para su edad y de facciones algo redondas que lo hacían lucir adorable.

Lo único que era reconocible en los tres era su color de ojos y voces, aunque eso no le restó importancia al hecho de que ahora eran humanos.

-¿Jóvenes, están bien? ¿Gustan que llame a su padre?

-No, por favor continua con... lo que hacías –le dijo Donnie al salir del shock

El conductor les dio una mirada confundida antes de subir la ventanilla y poner la limosina en marcha.

-¿Qué nos pasó?

-No tengo idea Mikey –el genio observaba sus manos fascinado antes de sonreír- pero lo que haya sido, es lo mejor que nos pudo haber pasado

-Sin embargo, juraría que estábamos en la guarida y de pronto apareció un.... –La puerta se abrió

-Amos, hemos llegado

La quijada se les cayó al suelo, cuando salieron de la limosina, frente a ellos había una enorme mansión con una "H" enorme en el frente

-¿En dónde estamos?

-En su hogar, joven Donatello –le respondió el chofer con amabilidad

Las puertas se abrieron dejando ver a una pareja.

-Hijos míos, que bueno que han vuelto de Japón, no saben cuánto los he extrañado –la mujer les dio un abrazo y un beso a los tres, a ellos se les hacía conocida

-¿Qué ocurre, hijos? ¿Aún siguen disgustados por mi decisión? –el hombre se acercó y por segunda o tercera vez casi les da un infarto.

Frente a ellos estaba su padre, el maestro Splinter, pero en su forma humana, cuando era Hamato Yoshi.

EquilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora