Capítulo 5

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Queridos lectores esta historia no está basada en ninguna otra como las que estoy acostumbrada a escribir. He tenido un sueño que no me he podido sacar de la cabeza y ahora he decidido plasmarlo en la siguiente narración.

TMNT no es mío, así como tampoco ninguno de sus personajes

La historia vino de mi perturbada y retorcida mente.

Disfruten la lectura :)

Como había guardado la pizarra, comenzó a hacerle señas a April y a Casey.

-Tienes que avisarle a tu hermano, ¿verdad? –los presentes estaban ligeramente sorprendidos de que Donnie la hubiese entendido- Estuve aprendiéndome tu lenguaje, debe ser molesto escribir en una pizarra

Leonora le sonrió en agradecimiento y prosiguió.

-¡Eso es genial!

-¿Qué dijo?

-Ha dicho que probablemente desde mañana en la tarde podremos practicar con él

-Les deseo suerte chicos, pero Casey y yo ya tenemos que irnos

-Entonces nos vemos mañana

-Sí

Al regresar a casa se toparon con la noticia de que la cocinera estaba enferma, así que sin hacerse esperar, Tang Shen mandó a los mayores a comprar postres para cuando llegara Yoshi del trabajo y le sugirió a Mikey jugar en su computadora hasta que fuera hora de comer.

Con Leonora fue otra cosa, a propósito le exigió preparar un menú complicado, ella no se quejó a pesar de que las ganas de gritarle le picaban la garganta, se dispuso a cortar algunos vegetales cuando sintió unos tirones en la falda de su uniforme.

-¿Puedo ayudarte? Me aburro, ya jugué con todo lo que se me ocurrió

Discretamente se aseguró de que no hubiera nadie cerca para comenzar a susurrar.

-¿Qué haces aquí, Mikey? Tu madre te tiene prohibido venir a la cocina, si te viera....

-Pero no lo hará, soy un ninja –exclamó con sonrisa triunfante pero ella seguía dudando- prometo que no estorbaré ¿sí?

¿Quién podía resistirse a esos ojos de cachorro?

Escribió en la pizarra las instrucciones, ya se había expuesto demasiado al susurrar, tal vez la próxima no tuviese tanta suerte.

Entre los dos habían acabado la mitad del menú con tiempo de sobra, pero la fortuna se les acabó en menos de un segundo. Mikey llevaba un recipiente con varias verduras impidiéndole ver por dónde iba y por lo tanto tampoco el haber chocado contra los pies de su madre.

-¡Mikey! ¡Ese es el trabajo de los sirvientes!

-Esto, yo.... –su niñera salió al oír el griterío, por un momento el niño juro sentir un horrible escalofrió con la mirada que le mandó Tang Shen a la chica.

-Hijo ¿Puedes traerme mis lentes, por favor? –el pequeño miró a su amiga quien le afirmó con la cabeza. Camino hasta cierta curva para esconderse, él ya se había dado cuenta del que había algo raro en el comportamiento de su "madre".

Michelangelo oyó los fuertes e histéricos berridos de su progenitora, no entendía, ¿Por qué solo a ella la trataba de esa manera? ¿Debía decírselo a sus hermanos?

-¡Ahhhh! ¡Me duele la cabeza!

No era solo una expresión, el dolor era insoportable al punto de hacerlo gritar, las mujeres mayores solo alcanzaron a verlo en el suelo inconsciente.

EquilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora